Los agricultores aragoneses piden retrasar el cierre de la planta forrajera de Lérida

Los agricultores aragoneses han secundado la tractorada organizada en Lérida como protesta al cierre de la planta forrajera Transalfals, ya que éste afecta a la zona oriental de Huesca y podría suponer importantes pérdidas económicas. UAGA-COAG solicita una moratoria del cierre, hasta que finalice la campaña de recogida de alfalfa.

Zaragoza.- Un total de 130 tractores y más de 500 personas han participado este sábado en la tractorada organizada en Bellcaire d`Urgell en Lérida como protesta al cierre de la planta forrajera Transalfals. Los agricultores aragoneses han secundado también esta movilización con la que han pedido una moratoria del cierre de la empresa hasta que finalice la campaña de recogida de alfalfa.

“La planta es muy importante para el sector de forraje de toda la zona oriental de Huesca”, ha señalado el secretario general de UAGA-COAG, Javier Sánchez. “Su cierre podría provocar importantes daños económicos en las explotaciones de la zona”, ha matizado.

La empresa cerró sus puertas el pasado 10 de agosto por orden del juzgado contencioso-administrativo de Lérida. El proceso se inició a raíz de la protesta de un grupo de vecinos contra el Ayuntamiento leridano por dar licencia ambiental a la planta cuando incumplía, según denuncian, la normativa por exceso de ruido.

De momento, el cierre es temporal con el objetivo de que la empresa realice las obras necesarias para reducir el ruido. Asimismo, el presidente de la empresa, Joseph Juncà, ha asegurado que está dispuesto a corregir y hacer todas las modificaciones necesarias para reducir el impacto sonoro.

Los agricultores oscenses son los más afectados por este cierre, puesto que se encuentran en medio de la campaña de recogida de alfalfa y hasta allí transportaban el producto recogido. Por ello, la reivindicación del sindicato agrario UAGA-COAG se ha centrado en solicitar que la empresa trabaje durante el día con el objetivo de finalizar la campaña.

De esta manera, “se solucionan los problemas que tienen los agricultores para llevar sus forrajes a otras empresas de muchos más kilómetros con unos gastos que repercuten en el precio y en la rentabilidad del cultivo”, ha señalado el responsable regional del Sector de Forrajes de UAGA-COAG, Antonio Pano. El cierre de la planta repercute en el precio por kilo de la alfalfa. “Lo que supondría una pérdida entre 25.000 y 30.000 pesetas por hectáreas”, ha apostillado Pano.

La decisión del juzgado leridano de cerrar las puertas de la empresa influye negativamente en una campaña que, hasta el momento, está siendo “buena en producción”, ya que, como ha explicado Antonio Pano, existe una gran demanda por los países del norte de Europa que han visto como el calor ha acabado con su producción de alfalfa.

La empresa forrajera de Transalfals recibe la producción de cerca de 5.000 agricultores, doce cooperativas asociadas y unas 450 toneladas de alfalfa diarias para deshidratar. Además, según fuentes de la empresa, el cierre de la fábrica supone un gasto diario de 6.000 euros, ya que hay que hacer frente a los gastos de transporte de la alfalfa a otras fábricas y a la reestructuración del personal de la empresa, además del efecto de todo ello en la comercialización del forraje.