El laboratorio de lindano de Sabiñánigo, referente en materia de contención

No fue hace mucho, pero el rumor del río Gállego aún evoca la catástrofe medioambiental ocurrida en sus aguas. El origen de esta debacle tiene nombre propio, Inquinosa, una empresa que entre 1975 y 1989 fabricó lindano, un pesticida altamente cancerígeno según la OMS. Cientos de miles de toneladas de esos residuos fueron vertidos ilegalmente durante esos años en los basureros municipales de forma negligente, creando una bomba de relojería que acabó explotando y vertiendo esos residuos en el año 2014 en el río Gállego.

Para seguir luchando contra el rastro tóxico que aún flota en el aire y sigue incrustado en las fisuras de las rocas de los vertederos de Bailín y Sardas se creó en el año 2009 el laboratorio de Bailín. Un espacio de 40 metros cuadrados y con un único cromatógrafo donde se analizaban metódicamente las muestras recogidas para, posteriormente, seguir creando proyectos que aminorasen este problema y para actuar en caso de otra catástrofe de estas características.

La directora general de Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, Pilar Gómez, recuerda que “en este laboratorio se han analizado más de 4.000 muestras de agua y más de 1.000 de suelos anualmente. Con estas cifras podemos decir que este laboratorio tenía una gran cantidad de muestras para analizar”. Por esta razón ha recordado Gómez, “necesitábamos reforzarlo por seguridad”.

Unos años después, vieron que era esencial implementar tanto las instalaciones como el instrumental para recoger muestras de forma más eficaz y más rápidamente. La idea cuajó y en enero de este año el laboratorio comenzó a funcionar situándose como un referente a nivel nacional y europeo.

Este nuevo laboratorio nació fruto de esa preocupación por seguir innovando
Este nuevo laboratorio nació fruto de esa preocupación por seguir innovando

Las instalaciones del nuevo laboratorio

Este nuevo laboratorio nació fruto de esa preocupación por seguir innovando y aumentar la seguridad. Desde el Gobierno de Aragón son conscientes, dice Gómez, de que “cuantas más muestras tengamos capacidad de analizar, menos riesgos corremos de no tener la información necesaria si tenemos que solventar cualquier emergencia”, por lo tanto, remarca, “era fundamental para nosotros controlar el río Gallego, el saber que la contaminación la teníamos contenida y que no había ningún riesgo. Por todas estas razones, potenciar este laboratorio era importante”.

Las nuevas instalaciones cuentan con una superficie cedida por el Ayuntamiento de Sabiñánigo de casi 500 metros cuadrados que incluye aparatos de analítica importantes como dos nuevos cromatógrafos para analizar las muestras que recogen y que van en aumento.

Su rutina, como cuenta la coordinadora del laboratorio, Ana Ruiz, comienza a las 08.00 horas y no finaliza hasta que el personal no ha recogido todas las muestras pertinentes. Por la mañana es cuando les llegan las muestras de depuración, de seguimiento del río Gállego, del aire o de los seguimientos hidrogeológicos.

El laboratorio está dividido en dos líneas, una para analizar las muestras muy contaminadas y otra para analizar las muestras limpias. Además, las instalaciones se han ampliado hasta tener cuatro cromatógrafos.

Ruiz rememora que “hace cuatro años hacíamos 800 muestras y ahora estamos por las 5.000. Hemos ampliado el número de muestras en el río Gállego. Si antes hacíamos un seguimiento de dos puntos ahora hacemos siete u ocho seguidos”. La razón por la que se han ido ampliando los puntos de muestreo es según Ruiz, “para garantizar que en el caso de un derrame, se pueda detectar rápidamente” y remarca “si un laboratorio externo tarda dos días en analizarte una muestra, nosotros lo hacemos en hora y media y si se detecta, se cortarían los abastecimientos y eso sin estas muestras no se podría hacer”.

A pesar de estos dos laboratorios y de los esfuerzos por seguir avanzando, la directora general de Sostenibilidad de la DGA reconoce que “tenemos un problema muy importante, que es el tema de la gestión de los residuos de lindano. Ahora mismo hay muy pocos equipos de investigación trabajando en esta materia y cada vez tenemos más especialistas formados, puesto que somos los que más trabajamos en esta materia”.

Cientos de miles de toneladas de esos residuos fueron vertidos ilegalmente en los basureros municipales.Imagen: Benjamín España
Cientos de miles de toneladas de esos residuos fueron vertidos ilegalmente en los basureros municipales.Imagen: Benjamín España

Posibles soluciones

Desde el Gobierno de Aragón están trabajando en varios proyectos. Uno de ellos se hizo con la Universidad de Santiago de Compostela y el Instituto Pirenáico de Ecología e investigaron con la posibilidad de las biopilas. Se cogieron suelos contaminados, aportando una serie de nutrientes y con bacterias propias de la zona probaron si podían digerir el lindano en una concentración muy pequeña.

Situación actual

Según Ruiz, “ahora mismo está todo muy tranquilo, hay ligeros incrementos en verano en el río Gállego que pasan del 0,02 a 0,05 y creemos que al aumentar la temperatura también aumentan esos decibelios. En Bailín se hace una muestra diaria y los valores no llegan a la unidad”.

En cambio, para el portavoz de Ecologistas en Acción, Mariano Polanco, la situación sigue siendo “preocupante”. “La actividad de Inquinosa fue ilegal desde su apertura en 1975,así como el depósito de los residuos en los vertederos”, advierte Polanco, y las huellas de esa actividad siguen siendo palpables a través de “los focos de contaminación existentes”. Polanco enumera los enclaves: la fábrica de Inquinosa, el embalse de Sabiñánigo, que “tiene muchos lodos tóxicos no sólo de lindano, sino de todo tipo, el vertedero de Sardas, con gran cantidad de residuos de fabricación del lindano y del resto de industrias”. Y cierra recordando el vertedero de Bailín, “donde han actuado de una manera incompetente, no vemos lógico que se haya gastado tal cantidad de dinero para trasladarlo 200 metros más arriba, considerando que técnicos del Gobierno de Aragón afirman que en su evolución acabará dando los mismos problemas que el viejo vertedero”.

Polanco también remarca que “lo que no se estudia no se puede conocer”, haciendo alusión a la falta de estudios que determinen si ha habido personas que “podrían haber enfermado o muerto a causa de estas sustancias tóxicas, para descartar esa posibilidad o para saber cuántos afectados podría haber y el grado de incidencia”. La lista de afecciones es considerable, “estos residuos son tóxicos por ingestión, en exposiciones prolongadas tienen un efecto sobre la sangre y el hígado, son disruptores endocrinos y son cancerígenos”.

El vertedero de Sardas es otro de los focos de contaminación de esta sustancia tóxica. Imagen: Ecologistas en Acción
El vertedero de Sardas es otro de los focos de contaminación de esta sustancia tóxica. Imagen: Ecologistas en Acción

Según Polanco “no se ha hecho ningún estudio sobre la población y los trabajadores, y así, no se puede saber si están contaminados o no. Nos pusimos en contacto con el científico, Nicolás Olea y nos comentó que lo que hay que hacer es un estudio de biomonitorización, que es lo único que daría resultados aproximados de lo que afecta a la gente y trabajadores”. Y recuerda, “nosotros se lo hemos pedido por activa y por pasiva al Gobierno de Aragón, pero se niegan. Nos parece inadmisible esta actitud, cuando las personas se han prestado a colaborar incluso”.

La situación de los vertederos de Bailín y Sardas y del embalse de Sabiñánigo, lamenta Polanco, “se ha ido haciendo cada vez más compleja”, en su momento, reconoce, “se podían haber desmantelado esos vertederos y haberlos trasladado a un lugar más seguro”, ahora “desconocemos la situación y por lo tanto lo que se podría hacer, por lo que trasciende, sólo se hacen trabajos de contención”.

El portavoz de Ecologistas en acción cierra enfatizando que “este es un problema que económicamente sobrepasa al Gobierno de Aragón y de España y en el que se tiene que implicar la Comunidad Europea, ya que se trata del problema de contaminación química más grave de toda la Europa Occidental”.