Zaragoza.- Allí donde la SD Huesca no había ganado en 13 visitas, los azulgranas empezaron a soñar despiertos. Montilivi fue testigo de otro gran partido, de nuevo con la portería a cero acompañada de un triunfo que llena de optimismo al equipo. Por primera vez, los aragoneses enlazaron dos victorias consecutivas en LaLiga Santander tras el triunfo contra el Girona FC con dos goles de Chimy Ávila (0-2). Un resultado que permite seguir creyendo en la salvación y que impulsa al equipo en una dinámica positiva.
Tras una primera media hora sin demasiadas ocasiones de gol y con algo más de dominio local, el fútbol reservó lo más interesante para los últimos compases del primer tiempo. Enric Gallego avisó con dos acercamientos al área de Bono, pero el gran protagonista de esos instantes fue Chimy Ávila: primero fue abriendo el marcador en el minuto 35, gracias a un tiro seco y raso con la zurda desde la frontal directo a la base del palo. Cinco minutos después, culminando una jugada colectiva dentro del área con otro disparo certero. Entre ambas acciones, Roberto Santamaría volvió a ser decisivo una jornada más gracias a una espectacular doble parada a Pedro Porro.
Tras la reanudación, los aragoneses aguantaron con entereza los empujes del equipo albirrojo. Adrián Diéguez disfrutó de sus primeros minutos con su nueva camiseta por la lesión antes del descanso de Pablo Insua, que tuvo que abandonar el césped en camilla por una lesión de rodilla. El camino se allanó ligeramente para los visitantes cuando Bernardo Espinosa se fue expulsado por doble amarilla. El marcador pudo moverse para cualquiera de ambos lados, tanto por un cabezazo a la madera de Juanpe para los locales como por un tiro de Gallego que Bono desbarató. Pero la falta de acierto de los dos equipos evitó otro resultado. Con este, la SD Huesca sigue soñando. Siete puntos de nueve posibles para seguir vivos.
