Zaragoza.- Derrota del Real Zaragoza en su visita al Almería, uno de los rivales más débiles de la categoría de plata del fútbol español. Los maños cometían errores impropios de un equipo que quiere y debe estar arriba, cayendo por 2-1 ante un rival que supo aprovechar los errores de los hombres de Idiakez.
Para la cita en Almería, el técnico donostiarra no quería experimentos y alineaba a los mismos once que lograban golear al Oviedo sólo una semana antes. No iba a ser una primera parte sencilla, ni tampoco vistosa, en el estadio de los Juegos Mediterráneos. Los maños dominaban la posesión casi por completo, pero le costaba un mundo hallar un pasillo interior en el que generar peligro.
Ritmo lento, pausado, tratando de evitar el mejor arma de los andaluces: el contraataque. Quizás quien mejor estaba interpretando en el arranque la situación en el césped era Álvaro Vázquez, quien probaba a René en el minuto 5, encontrándose con una buena respuesta del portero. Por su parte, el Almería esperaba agazapado, con Eteki como destructor de cualquier conato de fútbol zaragocista. También el camerunés se atrevía a disparar en dirección hacia Cristian, sin ponerle en demasiados apuros.
A quien añoraba el Real Zaragoza era a James Igbekeme, apareciendo poco y estando menos lúcido con balón que en anteriores ocasiones. Tampoco Pombo andaba fino. Pero el equipo, a pesar de no tener continuidad, sí daba la sensación a través de chispazos de poder decantar la balanza de su lado o al menos de adelantarse en el luminoso.
Quien más cerca lo tuvo fue Marc Gual. Primero con un disparo desde la frontal que se marchaba cerca del poste derecho. Y, la más clara, en el 34. Gran combinación, la mejor de la primera parte, entre Benito, Zapater y el de Badalona, pero con todo a favor en el punto de penalti marraba en el disparo. Era la última previa al descanso.
Segunda parte
Para iniciar la segunda, Buff por Igbekeme al campo en una arriesgada apuesta de Idiakez. El objetivo, atesorar todavía más posesión en la zona ancha y buscar la imaginación del suizo en algún pase a la espalda almeriense. Poco o nada cambiaba el guion respecto a lo visto hasta el ecuador, con el equipo intentando llegar por los costados de Benito y Lasure.
Sí tuvo el Almería una clara, más por fortuna que por juego. Tras una carambola propia del billar, la pelota caía en Luis Rioja, pero su disparo mordido no entrañaba peligro para Cristian. Y Papu al campo por Gual poco antes de la jugada tonta del choque. Grippo regalaba el esférico a Giménez, quien se plantaba ante Cristian. El argentino le ganaba la partida y el suizo, de nuevo de manera incomprensible, introducía la pelota en portería propia. 1-0 y 25 minutos para remar.
Pronto encontraría la fórmula del empate el Real Zaragoza. Una gran combinación entre Pombo y Lasure permitía al lateral izquierdo fusilar a René, en su primer gol con la elástica del primer equipo. Por entonces el choque era un correcalles que poco o nada parecía interesar al cuadro aragonés.
De hecho, a punto estaría en el 70 el Almería de adelantarse de nuevo, pero Álvaro Giménez no lograría impactar con la pelota con Cristian ya prácticamente batido. El choque entraría en la recta final justo cuando los locales parecían encontrar su mejor versión y los maños perder ligeramente su sitio en el campo. Sí existía la amenaza de Papu, quizás demasiado perdido en disparos lejanos.
Entraría Aguirre por Pombo en el 77 buscando una jugada veloz en la que desahogar al equipo. Pero en otra pérdida, otra, algo habitual en la segunda parte en el estadio de los Juegos Mediterráneos llegaría otro mazazo. Mala selección de Papu en la contra, el Almería que salía con velocidad y el esférico caía a Corpas, que encontraba la escuadra de la portería de Cristian.
No habría tiempo para más. El Real Zaragoza caía más por deméritos propios que por méritos del Almería, quien sólo tuvo que aprovechar los muchos errores del equipo de Idiakez en la segunda mitad. 2-1, primera derrota de la temporada. Y la obligación de levantarse de un mazazo realmente inesperado.
