Zaragoza.- La Academia General Militar ha vivido este lunes, como viene siendo habitual a finales de agosto, un día de despedidas y mucha emoción. En total, son 316 hombres y 89 mujeres los jóvenes que han dado comienzo hoy en Zaragoza a su carrera militar. De ellos, pasarán aquí cuatro años 210, que aspiran a ser tenientes del Ejército, y dos años los 65 que obtendrán la misma graduación en la Guardia Civil. El resto pasará en la capital aragonesa apenas unos meses, ya que se formarán para otros puestos como médicos militares o administrativos, entre otros.
Minutos después de llegar ya han tenido que despedirse de sus padres, para iniciar el papeleo de ingreso y dejar sus maletas en las habitaciones, en las que convivirán ocho cadetes el primer año de formación. Sin que haya pasado una hora de estancia, los alféreces -estudiante de los últimos cursos- empiezan a darles las lecciones básicas para dirigirse a un superior y formar. Ya en formación, con la ropa que traían de la calle, son trasladados a recoger su uniforme y a cortarse el pelo si es necesario. Las clases no darán comienzo hasta mediados de septiembre, pero su instrucción militar acaba de empezar.
Los padres conocen las instalaciones
Desde hace cuatro años, la AGM vive con especial intensidad este día. Desde entonces, los padres, además de traer a sus hijos hasta la puerta a las nueve de la mañana para despedirse de ellos, son recibidos en el Aula Magna por el director de la AGM, desde este año el general Carlos Jesús Melero. Además, divididos en grupos realizan un recorrido por las instalaciones. Así, pueden volver a casa haciéndose una idea de cómo van a dormir, comer y estudiar sus hijos.
En cuanto les dan la oportunidad de preguntar, en seguida salta la duda: ¿Cuándo tendrán su primer permiso? Les explican que no volverán a verlos hasta la tarde de antes de la Jura de Bandera, ya planificada para el 20 de octubre. Después de realizar una tradicional ofrenda a la Virgen del Pilar tendrán una horas libres para poder pasear por el centro de la ciudad.
