Aragón recupera el nivel de riqueza de 2008 pero con la mitad del empleo destruido tras la crisis

La economía aragonesa registró en 2017, según el informe de anual del CESA, cifras similares a las de antes del comienzo de la crisis en datos como el PIB o la renta per cápita. El empleo también crece, pero aumenta la temporalidad y solo se ha alcanzado la mitad del empleo destruido desde el comienzo de la crisis en el año 2008.

Zaragoza.- El informe anual del CESA sobre la situación económica y social en Aragón refleja un crecimiento de la economía aragonesa en 2017, año en el que superó las mejores cifras de su historia y fijó nuevos récords en PIB, renta per cápita y exportaciones. Los datos también reflejan un aumento del empleo, pero marcado por la temporalidad.

El Producto Interior Bruto aragonés aumentó dos décimas con respecto a 2016 hasta alcanzar un crecimiento del 3%, lo que supone una riqueza por habitante de 27.000 euros. Un "récord histórico" para la presidenta de la Comisión de Economía del CESA, María Dolores Gadea, que ha recordado que es "la primera vez que se supera la cifra anterior al inicio de la crisis".

Según Gadea, los datos ya recogidos a lo largo de este 2018 "permiten confirmar esta senda de importante crecimiento", de manera que la economía en Aragón habría alcanzado el 3,4% de crecimiento y superado "el 3% previsto a nivel nacional".

El desempleo también experimentó una mejora con respecto al año anterior al registrar un descenso de 21.200 parados y 11.900 ocupados más. Esto supone una tasa de paro en la comunidad del 11,7%, un dato que según el presidente del CESA, José Manuel Lasierra, "supera con holgura" la media nacional del 17,2%.

Sin embargo, el informe también refleja un aumento de la temporalidad, que afecta a uno de cada cuatro trabajadores aragoneses y que estuve presente en nueve de cada diez nuevos contratos suscritos en la comunidad el pasado año. Según los datos recogidos por el CESA, Aragón solo ha recuperado el 46% del empleo destruido durante la crisis y las horas efectivas por trabajador y mes se han reducido desde 2008 un 6,3%.