Opinión

¿Se puede curar el cáncer sin medicinas?

Si entendemos por medicinas aquellas sustancias sintetizadas de forma artificial que se suministran a un paciente para su curación y no aquellas que ayudan al propio organismo a defenderse de los agentes que provocan la enfermedad, sí, se ha dado el primer caso reconocido de una mujer estadounidense que ha curado el cáncer de mama sin el uso de medicación.

Si entendemos por medicinas aquellas sustancias sintetizadas de forma artificial que se suministran a un paciente para su curación y no aquellas que ayudan al propio organismo a defenderse de los agentes que provocan la enfermedad, sí, se ha dado el primer caso reconocido de una mujer estadounidense que ha curado el cáncer de mama sin el uso de medicación. El investigador responsable de este estudio, Steven A. Rosenberg, del Instituto Nacional de Salud en Bethesda, Maryland, EE.UU, y sus compañeros han conseguido eliminar totalmente, por primera vez, las células cancerígenas de una mujer de 50 años, según un artículo publicado en la revista Nature.

En tal sentido, el fin de semana pasado en Barcelona, impartía una conferencia sobre “Patients’ wellbeing and positive thinking” (Bienestar del paciente y pensamiento positivo) en  un seminario dirigido a asociaciones de pacientes de toda Europa, en el marco de ESMO, un Congreso Internacional sobre cánceres digestivos. En ella, expuse la investigación de Rosenberg que consistía en un tratamiento de inmunoterapia a través del reforzamiento de las células T. Señalaban estos investigadores que a través de la reactivación de las células T específicas del cáncer de la paciente lograron eliminar todas las lesiones producidas por la metástasis y curándola por completo.

El sistema inmunitario es la policía del cuerpo y nos protege de agentes patógenos externos que nos causan las enfermedades como virus o microbios. Para los primeros momentos el sistema inmunológico cuenta con los leucocitos. Pero, si el ataque persiste, entran en funcionamiento los linfocitos, entre los que se encuentran las células T (target) encargadas de señalar cuáles de todas ellas son las células cancerosas que hay que eliminar. En el estudio señalado se ha reforzado este tipo de linfocitos para que sean más eficaces en su trabajo de señalar, y eliminar después, las células cancerosas.

Pero, en la conferencia que impartía en Barcelona exponía cómo las últimas investigaciones en psiconeuroinmunología indican la fuerte relación que existe entre nuestro estado de ánimo y la efectividad del sistema inmunológico, especialmente en relación con las células T. De este modo, expresaba que un cambio en nuestra forma de ver el mundo, una forma más positiva de ver la vida, puede ayudarnos a reforzar nuestro sistema inmunológico del mismo modo que se ha hecho en la investigación llevada a cabo en Maryland. Además, investigaciones llevadas a cabo por psicólogos expertos en psicología positiva en los EE.UU., como Martin Seligman, nos indican que las personas optimistas tienen menos enfermedades, llevan una vida más saludable, refuerzan su sistema inmunológico y tienen una vida más larga que las personas pesimistas.

En síntesis, la inmunoterapia biológica podría ser en el futuro ayudada por la inmunoterapia psicológica, esto es, mejorando nuestro estado de ánimo, fijándonos en las cosas positivas más que en las negativas, poniendo en definitiva en práctica la forma de pensar de aquella película, porque de cara a curarnos es importante considerar que “La vida es bella”.