La lucha de un pueblo por mantener abierto un colegio

Hace justo una semana que el C.E.I.P. Miguel Servet cerró sus puertas como colofón al curso escolar. Pero hasta hace un par de meses no se sabía si volvería a abrirlas para iniciar el nuevo. Es la incógnita que viven los colegios rurales que no llegan al mínimo de alumnos exigidos por el Gobierno de Aragón, cifrado en cuatro.

Zaragoza.- Ir cada día al colegio y tener solamente dos compañeros de aula que son, o cinco años mayores o cinco años menores. Las clases se suceden entre Matemáticas, Naturales, Educación Física o Lenguaje, y casi todas con el mismo profesor. Unas cuantas horas a la semana acude una maestra que enseña inglés u otra que trabaja de logopeda.

Es la realidad que han vivido a lo largo de este curso los tres alumnos del colegio público Miguel Servet, situado en Villanueva de Sigena. Mientras todas las semanas desfilan autobuses cargados de personas para ver los bienes recién llegados, para nutrirse de la cultura del pueblo y para hacer uso de todos sus servicios, cada vez son menos los niños que desfilan desde las puertas de sus casas hasta las del centro de estudio.

“Por mucho autobús que haya, si no hay colegios o niños en el municipio, difícilmente se puede sostener un pueblo”, explica la concejala de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Villanueva de Sigena, María Teresa Ariste, y máxima encargada del plan que se presentará a continuación.

Sin embargo, esta no es una situación extraña. Una de cada diez escuelas en Aragón -85 en total- tiene menos de 10 alumnos (45 están en Teruel, 23 en Huesca y 17 en Zaragoza). De ellas, 20 tienen menos de seis niños escolarizados. La ley permite que haya colegios abiertos con cuatro alumnos.

En el curso 2017/2018 ya se tuvo que hacer la vista gorda y aceptar que cuatro escuelas lo comenzaran con solo tres alumnos, entre ellos el centro que nos ocupa. Este año las previsiones para Villanueva de Sigena eran de solo una niña de segundo de infantil.

La falta de oportunidades laborales, la necesidad de coches para desplazarse, la baja natalidad y a falta de servicios empeoran la situación de estos pueblos que tienen que recurrir a cualquier cosa para no ver cómo la juventud abandona la localidad.

En Villanueva de Sigena, este año se han planteado un reto. El reto de volver a “llenar” el colegio con niños -al menos los suficientes como para no tener que cerrar sus puertas- y lo han conseguido.

Tres nuevas familias

Desde el AMPA, colegio y Ayuntamiento movilizaron a radios, periódicos y televisiones para dar a conocer la situación. El resultado han sido tres nuevas familias que aportarán, cada una, dos niños en edad escolar.

El objetivo es evitar el cierre del colegio en los próximos años
El objetivo es evitar el cierre del colegio en los próximos años

“Ha sido el Ayuntamiento al completo el que se ha esforzado por buscar formas de atraer niños nuevos”, explica María Teresa Ariste. Sobre ella cae casi todo el peso de este proceso, que comenzó porque “si el colegio cierra, el municipio se muere”, según sus palabras.

Cierto es que se trata de un curso crítico y cierto es también que “si se cierra es muy difícil que se pueda volver a abrir”, como apunta Ariste. Por eso ahora se ha facilitado a las tres familias una casa, un trabajo y ayudas para el material escolar.

De las viviendas quedan un par de cosas pendientes de arreglo, pero el objetivo es que a principios del mes de julio puedan venir dos de las familias a vivir al municipio. La tercera ya está instalada desde hace unas semanas.

Esta última llegó a través de una ONG. “Se pusieron en contacto con nosotros porque vieron los anuncios y ahora están trabajando en una granja de cerdos. Un autónomo de aquí les ha dado casa y empleo”, explica la concejala. “Es my importante lo que los vecinos hacen por el pueblo”, apunta.

Material, vivienda y empleo

Tras contactos con diferentes empresas, Viyefruit se ha ofrecido a dar empleo a las dos primeras durante la temporada de verano, de forma temporal. El objetivo es que luego puedan trabajar en la ampliación de las granjas de cerdo y pollos de la localidad.

Serán en total cuatro niños en el centro más dos en la escuela infantil. Los mayores, una niña y un niño, ambos de ocho años, y dos niñas de cuatro y seis años.

Pero, ¿cómo se hace todo esto? “No basta con decir tengo que hacerlo, hay que hacerlo”, explica la concejala. “Es cuestión de mirar, de dirigirte personalmente y de realizar muchísimas llamadas”, asegura.

“Ojalá no hubiese tenido que hacerlo porque significaría que hay continuidad”, señala. Aunque asegura que el riesgo sigue existiendo: “de momento van a venir, pero ya veremos luego, a nosotros nos gustaría que se asentasen aquí”.

Para completar las ayudas, desde el Ayuntamiento y AMPA se han comprometido a bonificar al 100% los libros y el material de trabajo que sea necesario y que especifique el profesorado. Además, en la escuela infantil, inaugurada el pasado curso, se ha contemplado tener en cuenta que no se pague cuota. Para todas estas ayudas sí es necesario residir en Villanueva y estar empadronado allí.

Educación personalizada

Cuando compartes aula –y colegio- con solo dos compañeros más, la educación es mucho más personalizada. El profesor y director del colegio, Javier Beltrán, imparte las asignaturas de educación física, naturales y sociales y, además, actúa de tutor. Tiene su plaza fija en el C.E.I.P. Miguel Servet.

“Trabajar en colegios rurales tiene puntos muy positivos”, apunta. Entre otros, “vas al ritmo que te marcan ellos, se ven las necesidades que tienen y es mucho más personalizado”. Por la contra, la relación entre iguales es más complicada. En este curso convivían dos alumnos de 6º curso, que este año pasarán a estudiar la ESO en el IES Gaspar Lax de Sariñena, y una niña de tres años.

Si no tuviera la plaza, Javier repetiría “sin dudar” en el colegio de Villanueva de Sigena. “El trato con las familias, el Ayuntamiento, saber cómo están siempre los chicos, poder comentar todo con sus padres… son cosas positivas que siempre ayudan”, explica.

El objetivo es evitar el cierre del colegio en los próximos años
El objetivo es evitar el cierre del colegio en los próximos años

Además de Javier Beltrán, todas las semanas acuden a la escuela profesores de inglés, música y religión procedentes del colegio de Sena. Asimismo, también visita el centro una profesora de audición y lenguaje y la orientadora escolar, que viaja desde Huesca. “Que estemos solo tres no significa que no se tengan los recursos que requieren los alumnos”, apunta el director.

Las escuelas rurales, aunque con sus contras, “enseñan a convivir, a relacionarse y ayudar al más pequeño, y todo eso es muy positivo”, explica Beltrán.

Defensa de la escuela rural

Desde Educación hace años que se apuesta por que este colegio se mantenga abierto. Sin embargo, también es necesario valorar el coste de los servicios que supone. Por ello el Gobierno ha creado el Observatorio de la Escuela Rural en Aragón.

Una herramienta que busca ser un "foro de debate, reflexión y análisis de la escuela rural para consolidar su calidad y analizar sus fortalezas y debilidades" con toda la comunidad educativa, según explicó la consejera de Educación, Mayte Pérez durante su presentación.

El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, anfitrión de la primera reunión de este Observatorio, aseguró que "la protección de la escuela rural es prioritaria para asegurar la supervivencia de los pueblos porque la despoblación se combate garantizando servicios de calidad". Para el Gobierno es "fundamental perseverar en estas políticas y destinar recursos aun sabiendo que mantener una plaza escolar en el medio rural cuesta mucho más dinero que en la ciudad".

“La situación es conocida en la mayoría de los colegios rurales”, apunta la concejala de Villanueva de Sigena. “Por lo menos nosotros mantenemos todos los servicios como médico, panaderías, correos, tienda, farmacia, peluquería…”, explica.

El boom de los bienes, entregados al Monasterio de la localidad tras varias sentencias en contra de Cataluña, ha traído fama al pueblo y lo ha situado en el mapa para el resto de provincias y comunidades, ahora, Villanueva de Sigena espera que ese “boom” se traslade al colegio.