La UZ reduce un 20% su consumo de electricidad y un 24% el de agua desde 2011

La Universidad de Zaragoza ha reducido un 20% su consumo de electricidad, un 24% el de agua y un 13% el de gas desde 2011. Para lograr alcanzar la sostenibilidad invierte cada año 800.000 euros, destinados a cambiar los sistemas de climatización entre otros asuntos. Estas medidas permitieron ahorrar un millón de euros en casi dos años.

Zaragoza.- La Universidad de Zaragoza ha revisado y ampliado su Plan de Desarrollo para alcanzar la sostenibilidad en el 2030. Para ello, comenzó a tomar medidas en 2011 y desde entonces ya ha logrado reducir un 20% su consumo de electricidad, un 24% el de agua y un 13% el de gas.

Para conseguir esta disminución, la institución invierte 800.000 euros al año, 500.000 euros para la mejora y mantenimiento de las infraestructuras y 300.000 para acciones específicas sobre movilidad y consumo de energía y agua. Además, el objetivo es continuar con este descenso y es que la Universidad espera abastecerse íntegramente de energías renovables en 2030, reducir un 40% las emisiones de CO2 y un 10% el consumo de energía y agua.

Las medidas ya aplicadas han permitido conseguir un ahorro de un millón de euros en 17 meses, entre 2012 y 2013, en el gasto que la institución tiene en agua, luz y gas.

Algunos de esos cambios han sido la instalación de otros sistemas de climatización o nuevas ventanas teniendo siempre en cuenta las características de cada uno de los edificios ya que, según ha puntualizado el vicerrector de Prospectiva, Sostenibilidad e Infraestructura, Francisco Serón, algunos de ellos son viejos.

Los nuevos edificios, como el de Filosofía, ya se construirán bajo los principios de la sostenibilidad como “ el CO2, el aprovechamiento energéticos autogenerado, el gasto de agua y la climatización interna”, ha indicado Serón. De hecho, para el vicerrector el nuevo edificio de Filosofía “es el símbolo que representa que nuestro compromiso con la sostenibillidad es fuerte”.

Además, la institución realizará en los próximos años actuaciones relacionadas con la gestión del riego aplicando políticas de xerojardinería que, junto con las actuaciones en los aseos de los edificios y las monitorizaciones para la detección de fugas permitirán reducir la demanda de agua en un 10%.

En los últimos años se han instalado también en la Universidad 1.500 sensores que permiten medir a tiempo real la temperatura, el gasto de agua o el de gas. Con ellos, según ha explicado el coordinador de la Oficina Verde de la UZ, David Combra, se puede detectar “en menos de 24 horas” si algo se queda encendido “sin necesidad de que vaya el bedel o de que se descubra cuando llegue la factura”. “Es un gran hermano de la energía”, ha destacado.