Raimundo Lafuente: "Las limpiezas puntuales del Ebro son razonables"

Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, Raimundo Lafuente es el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro desde 2015. Hasta entonces era director técnico del organismo desde 2012. Lafuente entiende que "no se puede convertir el Ebro en un canal", pero sí ve "razonables" las limpiezas puntuales.

Zaragoza.- Raimundo Lafuente acaba de cumplir tres años al frente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, Lafuente era hasta 2015 director técnico del organismo. Frente a quienes reclaman insistentemente una limpieza integral del río, Lafuente considera que “no se puede convertir el Ebro en un canal”, pero las limpiezas puntuales “sí son razonables”.

Pregunta.- ¿Cómo está la situación en la cuenca del Ebro tras las últimas precipitaciones?
Respuesta.- Hemos pasado de un periodo de mucha sequía, con buena parte de la Cuenca en situación de emergencia, a otro de precipitaciones y avenidas en el que se han llenado bastante los embalses.

P.- ¿Las últimas precipitaciones podrían provocar una nueva avenida?
R.- No, con estas lluvias no. Para una avenida importante en el Ebro tiene que llover en mucha superficie. Si llueve en una zona muy recogida, puede haber inundaciones en un barranco, pero al Ebro no le afecta.

P.- ¿Qué ha aprendido la CHE de la última crecida extraordinaria del Ebro?
R.- En cada avenida se va aprendiendo algo. Cada vez que pasa una avenida podemos chequear nuestros modelos y afinarlos más. En definitiva, se trata de anticiparse y, por otro lado, de intentar disminuir los caudales aguas abajo. Por un lado, contamos con el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) que nos permite hacer un seguimiento de las precipitaciones y de las avenidas en toda la cuenca y, por otro lado, los embalses nos permiten laminar esas avenidas.

P.- Sin la acción de embalses como el de Yesa o Itoiz, ¿cuáles habrían sido los efectos de esta pasada avenida?
R.- Yesa e Itoiz han reducido unos 600 metros cúbicos por segundo los caudales en el eje del Ebro. Sin su efecto, eso habría supuesto caudales más importantes con sus consecuentes daños.

P.- ¿Considera que las avenidas extraordinarias son ahora más frecuentes que hace unos años?
R.- No hay unos datos fiables, lo que sí parece es que con el cambio climático la media de precipitaciones se mantiene pero hay sequías más prolongadas y lluvias más intensas que dan lugar a avenidas más importantes.

Hasta su nombramiento, Raimundo Lafuente ocupaba el cargo de director técnico de la CHE desde 2012
Hasta su nombramiento, Raimundo Lafuente ocupaba el cargo de director técnico de la CHE desde 2012

P.- Los trabajos de reparación de daños ya han comenzado por parte del Ministerio, ¿en qué punto están?
R.- Se empezó en Navarra y La Rioja y en Aragón ya han comenzado también en Quinto y en Novillas.

P.- En una entrevista leía que la CHE no contempla una limpieza integral del Ebro, ¿cómo se lo explicaría a quienes han visto sus campos inundados?
R.- Hay cuestiones medioambientales importantes. No se puede hacer una limpieza integral, hay reservas fluviales, cepas... No se puede convertir el río en un canal. Otra cosa son las limpiezas puntuales, que sí son razonables. Por ejemplo, si hay un puente que tiene un ojo obstruido o está lleno de broza, es evidente que hay que limpiarlo. Recordar que hemos hecho, entre otras medidas, cauces de alivio que han ayudado mucho a la circulación.

P.- ¿Tienen previsto acometer pronto estas limpiezas puntuales?
R.- Nosotros tenemos un presupuesto reducido para estas limpiezas. Se establecen unas prioridades y trabajamos en esos puntos que consideramos prioritarios, donde consideramos que el beneficio entendido como una disminución de daños va a ser mayor. No hacer una limpieza integral del río no significa no hacer nada.

De hecho, se han invertido 30 millones de euros en cauces de alivio, zonas de inundabilidad controlada, permeabilización de puentes... Se han tomado muchas medidas que en esta crecida ya han evitado la inundación de los cascos urbanos. Las miradas están puestas en otra serie de medidas que los municipios ya empiezan a aceptar y que se van a englobar en un proyecto que se espera de Europa denominado Ebro Resilience.

P.- Quizá los alcaldes y agricultores de municipios ribereños no aprecian del todo estas medidas.
R.- Yo creo que sí las ven y, de hecho, agradecen esas actuaciones. Nosotros nos centramos en proteger los cascos urbanos y la población asume que un campo se le pueda inundar antes que su casa.

El recrecimiento de Yesa

P.- Las previsiones apuntaban a finales de 2021 como la fecha de finalización del recrecimiento de Yesa, ¿se cumplirá?
R.- Acabar Yesa va a costar alrededor de cuatro años. Hace poco se terminó el cuerpo de presa y la idea es empezar con la pantalla de impermeabilización a finales de verano.

P.- Los ecologistas avisan del riesgo de terremoto en Yesa, ¿qué tiene usted que decir?
R.- La sismicidad inducida tiene magnitudes inferiores a la natural, es decir, se pueden producir un número mayor de sismos pero con una intensidad menor.
En principio el límite superior de la sismicidad que se puede producir en la zona donde hay un embalse sería la sismicidad natural. Por ejemplo, hemos estado siguiendo el llenado de Itoiz y no ha habido un incremento de la sismicidad.

Lafuente lleva tres años al frente de la Confederación Hidrográfica del Ebro
Lafuente lleva tres años al frente de la Confederación Hidrográfica del Ebro

P.- ¿Cuál es la situación de la presa de Mularroya?
R.- Se están acabando ya todas las actuaciones medioambientales que van en paralelo a la presa. En relativamente poco tiempo empezaremos ya con el túnel de trasvase que es imprescindible para la explotación normal de Mularroya. Con el Grío podremos empezar la puesta en carga, pero la explotación normal necesita el trasvase desde el Jalón.

P.- ¿Aún quedan unos años de vigencia, pero tienen ya la vista puesta en un nuevo Plan Hidrológico del Ebro?, ¿cuáles deberían ser sus puntos principales?
R.- Ahora se va a empezar con los documentos iniciales para tener preparado, en un par de años, el borrador del Plan Hidrológico. Las líneas que se van a seguir son las mismas que en el plan anterior.

Hablamos así de mejorar en lo posible la calidad del agua, seguir poniendo más caudales ecológicos y trabajar en la modernización de regadíos y en la depuración, que es importante. Las grandes poblaciones ya tienen depuración y ahora hay que ir a los núcleos más pequeños. La idea es mejorar en todo lo posible la calidad de las masas de agua.