Zaragoza.- Si la incertidumbre generada por la crisis política catalana continúa, Aragón generará 2.771 empleos menos de los casi 12.000 previstos y, si empeora, se podría alcanzar los 6.000 empleos. Esta es una de las principales conclusiones que se desprenden del estudio "Efectos de la crisis política de Cataluña sobre la economía aragonesa en 2018", realizado por la Universidad de Zaragoza.
El PIB se vería afectado en un 0,5% si la situación de incertidumbre continúa y en un 1,2% si aumentara la conflictividad. Este análisis se ha realizado para que el Gobierno de Aragón, los agentes sociales y el Colegio de Economistas conozcan la situación a la que se enfrentan y puedan plantear medidas para paliar estos efectos negativos.
Aragón es el primer proveedor de Cataluña, una "dependencia" para la que la consejera de Economía, Industria y Empleo, Marta Gastón, ha planteado la necesidad de "buscar nuevos mercados". Ha defendido que esto se podría conseguir a través de la "internalización de mercados en el extranjero y de la logística" porque sería "lo más rápido".
Esta es una de las medidas que Gastón ha puesto sobre la mesa pero no sería la única, ya que todos los integrantes del Observatorio de Coyuntura se han emplazado a una reunión a mediados de junio, posiblemente el día 15, para "realizar un análisis sosegado del estudio, plantear consultas y determinar medidas".
La agricultura y la industria agroalimentaria, las más expuestas
Las exportaciones aragonesas suponen un 38% del total de las compras que realiza Cataluña, de ahí las "consecuencias negativas" que supone la crisis política en la Comunidad. La agricultura y la industria agroalimentaria son los sectores que se verían más afectados "por una posible caída de la demanda".
Igual de "sensibles" serían sectores más pequeños pero igualmente expuestos, como la industria química, el papel, la metalurgia, la fabricación de productos metálicos, los productos minerales no metálicos, el caucho o las materias plásticas.
Huesca exporta un 44% de su producción a Cataluña, por lo que sería la provincia más expuesta ante peores escenarios, seguida del 35% de Teruel y del 20% de Zaragoza. En concreto, el grado de exposición se situaría en el 43% en Huesca, en el 30% en Teruel y en el 4,7% en Zaragoza. El sector más afectado de la capital aragonesa no sería la agricultura, sino el sector de la automoción por su gran volumen.
Esto no supone alarma
Gastón ha querido aclarar que las conclusiones de este informe "lo último que pretenden es generar alarma" ya que se está hablando del grado de exposición y no de una afección verdadera. En este sentido, Bandrés ha añadido que la economía "va a crecer pase lo que pase, ya que impactará pero no impedirá que crezca más de un 3% como está previsto".
La consejera ha explicado que el principal objetivo es que la situación catalana "se normalizase porque a Aragón le va bien si a Cataluña le va bien". Eso sí, ha hablado de una "deslocalización de empresas silenciosa" al hecho de que "algunas empresas que han pensado en Aragón o en España para instalarse", pueden decidir cambiar su localización ante la situación catalana.
