Primero el Orden y luego la Ley

Empieza a fluir una duda entre la ciudadanía e incluso entre el pueblo,....y las gentes se preguntan: ¿para qué nos sirve una democracia sin controles?. Las minorías tienen derecho a opinar, a proponer, a exigir, a criticar, y a existir y pero no a imponer sus deseos a la mayorías. Es evidente que quienes permiten la degeneración de gobierno son los políticos que controlan el poder, por lo tanto hay que estudiar otra manera de nombrar, vigilar y colocar a los ciudadanos que trepan por los partidos y optan a los gobiernos.

Empieza a fluir una duda entre la ciudadanía e incluso entre el pueblo,....y las gentes se preguntan: ¿para qué nos sirve una democracia sin controles?. Las minorías tienen derecho a opinar, a proponer, a exigir, a criticar, y a existir y pero no a imponer sus deseos a la mayorías. Es evidente que quienes permiten la degeneración de gobierno son los políticos que controlan el poder, por lo tanto hay que estudiar otra manera de nombrar, vigilar y colocar a los ciudadanos que trepan por los partidos y optan a los gobiernos.

Por la Política y sus alrededores, se pasean, circulan y pastan manadas de partidos, de corporativismos, de energúmenos, de ineptos, de oportunistas, de traidores, de delincuentes y de más etcéteras, aquí, en esta España, hay manadas hasta en lo unilateral y que solo campan por sus intereses. Ello nos ha conducido a la actual infecta, insoportable e inadmisible situación política que exige para su reparación la implantación de una prioritaria línea de acción fundamentada en el axioma "primero el Orden y luego la Ley", hasta tanto se saneé y se embellezca la valiosa "Piel de Toro", incluidos los peligrosos cuernos, las sordas orejas y el caprichoso rabo, todo hacia el merecimiento y el logro de una España democrática satisfecha de y con sus tres Poderes Públicos, para acabar con la voluntaria ingobernabilidad y saqueo de esta Nación.