La Aljafería se abre de par en par a la ciudadanía también los días de celebración

Unos trescientos aragoneses han podido vivir como uno más la entrega de los premios más importantes de Aragón. Fue en el Palacio de la Aljafería, en un acto al que hasta ahora solo acudían las principales figuras institucionales de la Comunidad Autónoma. Muchos de ellos fueron con la intención de vivir algo diferente.

Zaragoza.- Trescientos ciudadanos han podido acudir como invitados al acto institucional de entrega de las mayores distinciones que otorgan las Cortes de Aragón y el Gobierno de Aragón. El acto tuvo lugar, como viene siendo habitual, en el Palacio de la Aljafería, en el Día de San Jorge. Todo ellos tuvieron la oportunidad de participar en un acto que hasta ahora estaba reservado a la autoridades aragonesas y los representantes del tejido político, económico y social de la Comunidad.

Este es el segundo año consecutivo en el que se pone en marcha esta iniciativa desde el Parlamento aragonés, con la pretensión de abrir a la ciudadanía las instituciones. Y no solo hacerlo respecto a la actividad ordinaria y su participación en la creación de las leyes, tal como ya reflejó la reciente reforma del reglamento de la Cámara,sino abrir el Palacio también para las ocasiones especiales en las que las instituciones se visten de gala.

Para asistir como uno más, lo que estos 300 invitados tuvieron que hacer fue llamar a un teléfono que se habilitó pocas semanas antes y que fue publicitado en los medios de comunicación. Muchos de ellos acudieron con grupos de amigos o familiares, ya que hicieron de altavoz de la iniciativa entre sus allegados.

“Ya conocíamos el Palacio, pero queríamos verlo durante un acto oficial”, explicaba uno de ellos, Emilio. Acudió con un grupo de amigos, y algunos de ellos lo hacían por segunda vez, porque tampoco se les escapó la oportunidad el año pasado. Es más, “vendremos cada año, a no ser que nos pille fuera de Zaragoza, porque también nos gusta irnos fuera estos días”, explicaba este jubilado que vive en la capital aragonesa.

En esta ocasión, Emilio ha acudido con más amigos que el año anterior. “Gracias a él nos enteramos y estamos muy ilusionados porque es la primera vez y me parece genial que se abra a la ciudadanía”, explica una de ellas. Sabe que tendrá que estar mucho rato de pie, pero no le importa “porque hemos venido sentados en el autobús y estamos descansados”.

Luis, de Aragón Stop Sucesiones, estuvo minutos antes manifestándose a las puertas del Palacio
Luis, de Aragón Stop Sucesiones, estuvo minutos antes manifestándose a las puertas del Palacio

El lugar habilitado para estos invitados eran los dos pasillos laterales que discurren junto a los naranjos del Patio de Santa Isabel. Por tanto, era importante llegar pronto para estar en primera fila. Así lo hicieron Ángeles y su marido. “Me apetecía ver un acto distinto, que no habíamos visto nunca. Mi hermana, que canta en una coral estuvo hace unos años porque amenizó el acto”, decía Ángeles, así que ella también quería probar qué se sentía al vivirlo en primera persona. “También lo dan por televisión, pero así ves el ambiente”.

Esta pareja no solo tenía un sitio en primera fila, sino que estaban en el pasillo más cercano a las escaleras que suben al Salón del Trono, por donde aparece la comitiva mientra suena el himno de los reyes de Aragón. “Nos ha dicho alguien de la organización que este era un buen sitio porque veremos pasar a todos”, decía Ángeles, mientras su marido reconocía que no esperaba apenas nada de los discursos. “No tengo expectación por ver qué dicen porque los políticos se repiten mucho”.

Entre estos invitados, también se encontraban 30 personas de la asociación Aragón Stop Sucesiones y Plusvalías. Primero, a las puertas de evento levantando sus pancartas y alzando la voz con sus cánticos. Después, en el acto, “ahora para estar serios y formales”, explicaba uno de ellos, Luis. Cómo no, esperaba alguna alusión del presidente de Aragón hacia el Impuesto de Sucesiones. “Tengo esperanzas porque parece que ahora interesa”. Explicada que tanto él como sus compañeros se alegran de haber conseguido “meter el debate en la sociedad”, y mantienen la expectación ante el anunciado cambio que propondrá el Ejecutivo autonómico. Durante su discurso Lambán no hizo ninguna referencia a dicho tributo.

Un italiano, pero aragonés de adopción desde hace 50 años, tampoco quiso perderse este evento. Se llama Franchesco y acudió con su mujer, zaragozana, y un amigo italiano que precisamente estos días se encontraba en la capital. “Me parece normal que se pueda llamar para reservar una plaza. Lo de antes no era lo normal”, asegura, porque así, "cada año, más aragoneses podrán formar parte de la celebración “disfrutando de esta belleza de lugar”.

Ángeles y su marido llegaron pronto para poder ver el acto en primera fila
Ángeles y su marido llegaron pronto para poder ver el acto en primera fila

Respecto a los premios concedidos, considera el conjunto a CCOO, UGT, CEOE y Cepyme el más relevante. Y es que, considera el acuerdo de PSA “a salvación para Aragón”. Resaltaba que en esos procesos de negociación laboral "son normales los tiras y aflojas” que hubo, y “había que aceptar algunas concesiones” planteadas por la empresa porque sin ella “a muchos nos las quedaría otra que volver al campo”.

Una de las pocas personas que pudo ver el acto sentada es Rosa María, que fue con su hijo y su nuera. También es jubilada y lleva un escayola que le llega hasta la rodilla, pero eso no le ha impedido acudir porque le parece un evento “precioso”. Avisó a la organización de su situación, y no le pusieron problemas para instalarle una silla. “Me dijeron que no había ningún problema, y también me gusta la seguridad que he sentido porque te piden el DNI al entrar”, resaltaba.

Escuchar al “capitán, capitán”, como ella llama al presidente de Aragón, Javier Lambán, es uno de los principales motivos para acudir a esta cita, además de que le “encanta” la Aljafería. De los premios que se otorgaban, el que más le interesa es el que se iba a otorgar a las mujeres investigadoras aragonesas. “Ya es hora de que se reconozca a las mujeres porque sabemos muchísimo y somos muy útiles. Valemos para todo, hasta para descargar camiones”, decía.