Zaragoza.- Podía el Real Zaragoza dar un golpe en la mesa casi definitivo para disputar los playoffs por el título, pero la derrota en Cádiz ha frenado esa opción, aunque ni mucho menos descartado. Porque la baza con la que cuentan los blanquillos es la de depender de sí mismos para disputar la promoción de ascenso, a falta sólo de tres jornadas para que concluya la fase regular y comience la hora de la verdad.
Eso sí, el 2-0 negativo cosechado en el Ramón de Carranza ha hecho descender a los maños hasta la quinta posición de la tabla con 62 puntos, apretándose más todavía si cabe la clasificación en la categoría de plata del fútbol español. De hecho, el margen con el séptimo ha bajado de tres puntos a uno, siendo ahora el Real Valladolid el que marca esa fina línea entre el todo y la nada.
No obstante, ahora los de Natxo González cuentan con otra doble oportunidad para abrir brecha con sus perseguidores y sentenciar su pase a la lucha por el sueño de estar la próxima campaña en Primera División. Dos partidos seguidos en La Romareda ante Albacete y Real Valladolid, lugar donde, además, el equipo está mostrando en la segunda vuelta una gran fortaleza.
Será el estadio municipal el escenario donde fortalecer la creencia que ha demostrado tener el Real Zaragoza desde que superara el ecuador de la competición. Aunque Natxo González haya mostrado su preocupación en las últimas semanas por dejar "todo el trabajo" para los choques como local, lo cierto es que se ha llegado a esa situación prevista por el vitoriano. Y es obligatorio sacarla adelante.
Para el encuentro, el entrenador del conjunto maño cuenta con la baja de Julián Delmás tras la tarjeta roja vista este lunes, aunque confía en recuperar a Alberto Benito para el lateral derecho. Tampoco, en principio, podrá estar Aleix Febas, que veía en el Ramón de Carranza la quinta cartulina amarilla del curso.
