Zaragoza.- "No es posible construir un proyecto de éxito en Aragón, si no lo hay en España". Bajo esta premisa, el presidente de Aragón, Javier Lambán, ha hecho pivotar gran parte de su discurso del Día de Aragón que ha sido pronunciado en el Palacio de la Aljafería ante los asistentes al acto institucional que acoge cada año. En sus palabras, ha habido un llamamiento a la ciudadanía: "Hoy ser aragonés es sentirse concernido con la deriva del país. Y si el 23 de abril es el Día de Aragón, este año es imposible celebrarlo sin sentir a España en el corazón", ha dicho.
Según Lambán, España se encuentra "asolada de norte a sur" por tres crisis. Una política, que "atenaza el funcionamiento de las instituciones"; una social, "heredada de la económica, que ha dejado heridas generadas por la desigualdad"; y una territorial, fruto del proceso separatista catalán. En esta última se ha detenido, al asegurar que "la responsabilidad de los destrozos pertenece fundamentalmente a los separatistas pero no debemos ignorar que todos hemos sido responsables".
Ante esta crisis territorial, Lambán ha criticado algunas de las actitudes mostradas por distintos partidos políticos. Ha lamentado que "algunos hayan pretendido promover políticas centralizadoras", otros "hayan identificado la defensa de la unidad como una reivindicación del franquismo", otros "hayan entendido la Transición española como una operación fallida", o que otros "se avergüencen de nuestra historia y cultura".
Para Lambán, la Constitución Española "es una de las más avanzadas del mundo", y España "tiene una democracia con más calidad de las que nos circundan", entre otros motivos por ser "uno de los países más descentralizados". En defensa de todo ello, "nadie puede sentirse ajeno a ese empeño", el de defender la unidad de España, "que ese el más importante es el tiempo presente".
Lambán ha iniciado intervención recordando al exrector de la Universidad de Zaragoza, Manuel López, fallecido recientemente. A continuación se ha dirigido a las investigadoras premiadas en el acto, de quienes ha dicho son "representantes del cambio civilizatorio que nos encamina hacia una sociedad mejor".
También ha tenido unas palabras hacia los premiados por la DGA este 2018. De Luis Alegre, Medalla al mérito cultural, ha destacado su "capacidad para tender puentes" y su "imaginación". Ha reivindicado que "la cultura, además de un derecho, es una industria generadora de empleo, riqueza y una de las mejores imágenes de marcha con la que Aragón puede proyectarse".
Por último, se ha dirigido a los principales representantes de CEOE, Cepyme, CCOO y UGT, Medalla de Aragón 2018, de quienes ha reconocido que "representan la iniciativa y el trabajo". Considera que, "si Aragón está creciendo por encima de la medida y se está generando más trabajo que la media, es mérito de trabajadores, empresarios, y del diálogo entre ellos".
Barba centra sus críticas contra el Estado
El discurso de la presidenta de las Cortes ha incluido varias críticas al Estado español. La primera de ellas, cuando se ha referido a la grieta de cincuenta metros aparecida recientemente en las obras de la A-23 a su paso por el Monrepós y, por ende, a las personas de la Jacetania y del Alto Gállego que se han visto afectadas por ello. De ellas, ha dicho "han sufrido las consecuencias del déficit estatal de inversión en infraestructuras en Aragón".
Más adelante, también se ha referido a los recursos al Tribunal Constitucional que el Estado ha presentado ante artículos de leyes promovidas en las Cortes de Aragón. "Como fiel espejo que somos de la voluntad de la ciudadanía aragonesa, no podemos tolerar que se intente bloquear en los tribunales lo que no se ha conseguido desde la política". Por ello, ha dicho a continuación, "que se trate de poner freno reiteradamente a leyes surgidas de esta Cámara gracias al legítimo entendimiento entre distintas formaciones políticas. Ya lo advierto. No vamos a consentirlo. Porque al fin y al cabo hablamos de democracia".
