Opinión

10 cosas que hacer y lugares que visitar en Teruel provincia (antes de morir… o perder la memoria…)

Habréis visto estos libros, de los que yo soy furibundo seguidor y usuario. Generalmente son en inglés y contienen estupendas fotos. Tratan de las 100 películas de visión impepinable, los 100 vinos que recomienda Parker y luego los 100 mejores en calidad/precio, 100 discos a oír y luego de pop o de jota… Así hasta el paroxismo. Lo que no presentemos así no vende. Estos son mis lugares y actividades favoritas en Teruel poco evidentes.

Habréis visto estos libros, de los que yo soy furibundo seguidor y usuario. Generalmente son en inglés y contienen estupendas fotos. Tratan de las 100 películas de visión impepinable, los 100 vinos que recomienda Parker y luego los 100 mejores en calidad/precio -muchos de Calatayud y Borja, que lo tenemos "ganau" al personaje haciéndole vinos dulces que sepan a grosella-, 100 discos a oír y luego de pop o de jota… Así hasta el paroxismo. Lo que no presentemos así no vende.

Así que vaya esta aportación ahora que en Maella se ha debatido la importancia, esencial para Aragón, de la cultura como principal atractivo dinamizador del medio rural. Ahora también que los adjudicatarios de teleclubs en Teruel provincia exponen que no pueden pagar las cuotas de autónomos pues cada año se les muere el 10% de los clientes y los que hay no salen de casa en tres meses.

Estos son mis lugares y actividades favoritas en Teruel poco evidentes. No relacionadas con conmemoraciones puntuales que llenan la provincia, sino a realizar en cualquier momento o con cualquier clima:

1.- Paseo bajo chopos cabeceros monumentales: lo recomiendo en el valle del río Pancrudo y en el valle alto del río Alfranca. Los chopos representan perfectamente la población envejecida pero magnífica culta, por reposada, del altiplano turolense.

2.- Esquiar en Gúdar. He dicho que huiría de lo evidente y esquiar en Gúdar no lo es. Significa y representa hacerlo entre los pinos negros que existen más al sur de Europa. Es una singularidad botánica semejante a la que representa esquiar en el Monte Hermón o entre los cedros sagrados libaneses. Habrá que valorarlo.

3.- Divisar el cielo más puro de Europa desde el observatorio de Javalambre o desde el silo-hotel de Bello en Gallocanta. A ser posible participando en una actividad divulgativa con niños, será un recuerdo imborrable como complemento y extensión de un Dinópolis.

4.- Pasear bajo los olivos milenarios y árboles monumentales de Valderrobres y Cretas. Para sentir que lo hacemos en árboles que en otras latitudes como Japón, Sri Lanka o Nueva Zelanda se sacralizan. Es mejor hacerlo ahora, con la floración de almendros y melocotoneros que matizan su severo verde caqui, pero cabe hacerse en cualquier época del año.

5.- Volver a Teruel para bajar la escalinata del Óvalo, cruzar andando el viaducto antiguo y hacer una visita reposada del cementerio tan modernista y del Barrio del Ensanche racionalista y su recoleto parque. Tras ello, tomar un vino en una de las fondas más antiguas de Aragón: la Fonda del Tozal. Haciéndolo a mitad de tarde y si os atrevéis, podéis echar un guiñote a 6 con muchas más cartas. Es un delirante guiñote-rabino muy peculiar.

6.- Tomar un café o un café con hielo debajo del árbol de la plaza de Camarena de la Sierra, beber un sorbo de la purísima agua de sus fuentes y, tras ello, visitar el bellísimo barranco multicolor de Riodeva. Es un viaje de los sentidos a Colorado y el Gran Cañón.

7.- Por una vez, evitar Albarracín solo cruzándolo para dirigirnos al nacimiento del Guadalaviar y el Tajo, previo paseo por el fascinante bosque de rodeno. Las rocas que lo engalanan solo tienen parangón con el Danxia chino.

8.- Con centro en Aliaga, volver a visitar los órganos de Montoro, el nacimiento del río Pitarque pero, fundamentalmente, el impresionante y muy desconocido Parque Geológico de la localidad. Que nos traslada a Uzbekistán, Turquía, la Sierra Madre mexicana o el norte de Arizona.

9.- Dar una vuelta entre puentes en Alcañiz y disfrutar de los bosques de ribera del Guadalope. Además de un sin número de infraestructuras de ingeniería y edificios modernistas excelentes. Tras ello ir andando hasta la Estanca para sentir el poder de las estepas. A los que os gusten las bicis, es obligado partir desde Alcañiz usando la vía verde de Val de Zafrán, con un viaducto estilizado fascinante.

10.- Si queréis buscarme cuando me pierda me podéis encontrar en Berdún o, si no, casi seguro que elegiría un rato de lectura bajo el molino de viento de Ojos Negros, un paseo por el entorno del Castillo de Peracense, un café reposado con los vecinos de Ródenas, para mí el más bello exponente de arquitectura casi africana en España –integrado perfectamente en su entorno- o una visita desde la localidad al Hoyón, el principal agujero causado por impacto de meteorito en toda Europa.

Como veis no he mencionado a los Amantes, ni a Albarracín, ni la trufa ni la Semana Santa de Calanda. Para una Semana Santa reposada o para cualquier día, allá va mi guía. Volved a Teruel, tenemos la obligación de conservarlo.