Vaticinan algunos científicos y estudiosos de la robótica que estamos asistiendo al comienzo de una transformación muy dolorosa en el mundo del trabajo: “No va a quedar títere con cabeza”. No hay límite, algunos sectores como la Banca cierran sucursales masivamente. Si hablamos de los abogados, observamos cambios no solo de reagrupamiento en sus despachos, sino también el impacto de las nuevas tecnologías a la hora de cursar las denuncias o la pertinente documentación de los temas que gestionan ante la administración o los juzgados.
La profesión de camarero es la más difícil, “nuestras caras son muy complicadas” y, hoy por hoy, no está al alcance de la tecnología conseguir la perfección que nos ha dado la naturaleza. En la búsqueda de las soluciones, juega un papel esencial el sistema educativo y este tiene que cambiar para influir en el futuro.
Todo indica, si no ocurre nada excepcional, que surgirán nuevas posibilidades en los próximos 20 o 30 años, y deberíamos actuar porque si no llegaremos tarde para formar a la gente, que ya no va a trabajar; formar personas felices. Hace tiempo que está pasando con el trabajo pesado, porque las personas hacen tareas que no les gustan. Somos los humanos quienes tenemos que hacer las cosas para ser felices.
Afirman que los robots están ayudando a los niños autistas, facilitando la terapia. Hacerla realidad para que el humanoide contribuya a facilitar la empatía ¿es de utilidad o de afecto? Alegría – tristeza. Se trata de romper barreras. El robot es más sencillo, afirman. Tecnología platónica: “Los robots nos conquistan un poquito y puede surgir un pequeño enamoramiento”. Vías de escape para suplir ciertas deficiencias. El avance va a ser infinito en el desarrollo de la inteligencia artificial y se proyecta una desintegración de lo que se está haciendo. Hay mercado, hay nichos…
El sector del automóvil es un claro ejemplo de la implantación de robots, tanto manuales como automáticos. Fui testigo de los cambios proyectados y realizados en las diferentes naves en la fábrica de Opel en Figueruelas, donde tuve la oportunidad de trabajar 33 años.
Hay que tomar medidas, analizando los peligros potenciales del robot asesino. ¿Cuáles son las dimensiones éticas y profesionales?, ¿y las jurídicas sobre las robóticas?
