Una conferencia homenajeará a Sanz Briz y Romero Radigales, dos aragoneses que lucharon contra el holocausto

El Centro de Historias acogerá este miércoles la conferencia "Nobleza contra iniquidad", un homenaje a Sanz Briz y Romero Radigales, los dos aragoneses que lucharon contra el holocausto y que ayudaron a salvar a cerca de 6.200 personas. El escritor Ángel Arribas de Izal será el encargado de impartir la conferencia.

Zaragoza.- "Nobleza contra iniquidad". Este es el título de la conferencia-coloquio con la que este próximo miércoles, 21 de marzo, se rendirá homenaje en el Centro de Historias de Zaragoza a los diplomáticos aragoneses Ángel Sanz Briz y Sebastián Romero Radigales. Desde sus consulados en Budapest y Atenas, ambos hicieron frente a la persecución nazi y ayudaron a salvar del holocausto a cerca de 6.200 personas.

Su actuación decidida y desinteresada será el eje de la conferencia que ofrecerá el escritor Ángel Arribas de Izal. En ella se darán a conocer vídeos e imágenes, algunas de ellas facilitadas por las familias. El acto, organizado con la colaboración del Ayuntamiento de Zaragoza, comenzará a las 19.30 horas y estará moderado por la periodista Concha Montserrat. Al finalizar se abrirá un coloquio con los asistentes.

Sanz Briz y Romero Radigales aprovecharon sus cargos diplomáticos para facilitar documentación y cartas de protección a miles de personas que de esta forma obtuvieron el “amparo de España”, aliada entones de Alemania. Lo hicieron aprovechando un decreto caducado.

El Gobierno de Hungría concedió a Sanz Briz la edición de 200 pasaportes que el diplomático zaragozano, con su ingenio, convirtió en 5.500 salvoconductos. Por su parte el grausino Romero Radigales consiguió sacar de Grecia a cerca de 640 judíos. Además se encargó de custodiar su dinero, joyas y objetos personales. Todos les fueron devueltos a sus legítimos propietarios años después.

Los dos diplomáticos ostentan el título de Justos entre las Naciones, la máxima distinción que el estado de Israel concede a quienes, no siendo judíos, empeñaron sus esfuerzos y su propia seguridad para salvar del exterminio a los judíos.