Zaragoza.- Tras estar gran parte de la temporada combinando la zona media con la baja de la tabla clasificatoria, el Real Zaragoza se puede permitir a día de hoy el lujo de soñar. Cinco victorias consecutivas secundan la ilusión, también las sensaciones de un equipo en crecimiento y que quiere dar un fuerte puñetazo encima de la mesa en su visita este sábado a Pamplona para medirse a Osasuna. ¿Playoff? ¿Por qué no más?
Son las preguntas que se hace Íñigo Eguaras, jefe de la medular blanquilla y uno de los activos más importantes del club desde que aterrizara procedente del Mirandés en pretemporada. En este sentido, ha recordado que en caso de ganar alcanzarían los 49 puntos y que "por qué no pensar en algo más allá que entrar en playoff", teniendo en cuenta que por ejemplo la S.D. Huesca acumula cuatro encuentros sin paladear el triunfo.
Pero para ello lo primero será ganar en el siempre complicado terreno de juego de Osasuna y más para el Real Zaragoza por la rivalidad existente. "Sabemos que va a ser muy difícil porque en El Sadar siempre es complicado por cómo es su equipo y por su afición", ha admitido el de Ansoáin, añadiendo que "va a ser muy duro y táctico, pero el equipo está preparado".
Sin favoritismos, pero el conjunto blanquillo atraviesa su mejor momento de la temporada y llega en condiciones de asaltar el estadio navarro. Eso en lo colectivo, pero en lo individual Eguaras también ha reconocido que se siente "muy cómodo" y muy contento por cómo "están saliendo las cosas".
No se ha querido olvidar de futbolistas como Zapater, Guti y Ros que le acompañan en el rombo, recordando que "son muy importantes, de mucho físico y que trabajan mucho, pero sin olvidar también su trato con el balón". Además, ha afirmado que con ellos se siente "más liberado, con más protagonismo" y eso le ayuda "a sacar lo mejor" de él mismo.
De hecho, Eguaras, que es el máximo recuperador de la categoría, ha echado la vista atrás para señalar su desconvocatoria en el partido ante el Huesca de la primera vuelta como un punto de inflexión. "Tuve que cambiar el chip y saber que no podía seguir así", ha valorado, desvelando que Natxo González le pedía "que sacara lo mejor en el aspecto defensivo", poniéndose las pilas y sabiendo que "así no se podía seguir".
Su recompensa en forma de atronadora ovación llegaba el pasado domingo ante el Lorca en La Romareda. Al respecto, Eguaras ha admitido que "nunca había vivido una situación así", de sentirse "tan querido" y confiando en que "puedan ser muchas más". Será señal inequívoca de que mantiene su alto nivel de juego.
