Más de ocho años de cárcel por extorsionar y lesionar a una mujer de Sabiñánigo de la que logró 40.000 euros

Al menos 40.000 euros entregó una vecina de Sabiñánigo a un hombre de 32 años que la extorsionó para conseguir su dinero y llegó incluso a pegarle. Así lo entiende la Audiencia de Zaragoza, que ha condenado a este hombre a ocho años y medio de prisión y a pagar 64.620 euros a la víctima. La sentencia se puede recurrir al Tribunal Supremo.

Zaragoza.- La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado a ocho años y medio de prisión a un hombre de 32 años, Saúl P. G., por extorsionar y lesionar a una vecina de Sabiñánigo (Huesca) que acabó entregándole, al menos, 40.000 euros. Valoran, entre otros aspectos, las declaraciones "coherentes y persistentes" de la víctima.

El condenado tendrá que abonar además 64.620 euros a esta mujer. Asimismo, no podrá comunicarse ni acercarse a ella a menos de 200 metros durante diez años.

En el banquillo de los acusados también se sentó la pareja de este hombre, Ana Isabel L., pero el tribunal provincial la ha absuelto al entender que "no consta acreditado" que enviara mensajes telefónicos de carácter intimidatorio a la víctima.

Los hechos probados se remontan a 2010 cuando Saúl P. G. comenzó a pedir a la víctima diversas cantidades de dinero alegando que estos pagos eran consecuencia de un supuesto error que cometió la mujer al filtrar a una supuesta banda latina que el acusado y otra mujer mantenían una relación sentimental (lo que, se supone, era contrario a un código de esa supuesta banda).

Así, el acusado pasó de una actitud "tenue" de presión a decirle a la mujer que, si no pagaba, "le darían una paliza o le causarían grave daño", reza la sentencia. Saúl P. G. obtuvo de la víctima diferentes cantidades de dinero -en metálico y en ocasiones en ingresos- e incluso que esta le pusiera a su nombre un vehículo de alta gama.

Además, el 19 de marzo de 2015, Saúl P. G., junto a al menos otras tres personas, llevaron a la víctima a una vivienda de Zaragoza y le dieron "diversos golpes en la cara" y con un cuchillo calentado y otros instrumentos como una lima o un abrebotellas le produjeron "graves y numerosas quemaduras" en las piernas, los brazos y las manos. Además, le sumergieron la cabeza en un recipiente de agua "para producir sensación de asfixia".

Contra esta sentencia se puede interponer un recurso ante el Tribunal Supremo.