Zaragoza.- La Policía Nacional ha detenido en Vila-Real, Castellón, a dos personas como presuntas autoras de un delito de estafa a través del procedimiento del tocomocho. A la víctima, un hombre de 68 años de edad, lograron estafarle en el barrio de Torrero 5.000 euros el pasado mes de febrero.
Cuando el hombre se dirigía a su casa, un individuo se acercó pidiéndole ayuda para que le indicara dónde podía mirar los números premiados del sorteo de la ONCE, manifestándole que tenía diez números premiados. Poco después se les acercó otro individuo, actuando como gancho, interesándose por la conversación y comprometiéndose a "ayudar" a cobrar los décimos supuestamente premiados.
Cada décimo estaba premiado, según esta persona, con 25.000 euros, por lo que ofreció entregar a la víctima algún décimo si le ayudaba a cobrarlos. Pero, a cambio, la víctima debía demostrar su buena fe, por lo que debía entregar previamente cierta cantidad de dinero. Tras montar a la víctima en un vehículo, lo llevaron hasta una sucursal bancaria donde extrajo 5.000 euros que entregó a esta persona, consumando de esta forma la estafa.
Un clan familiar itinerante y especializado desde hace años en tocomochos
Las dos personas arrestadas se integran en un clan familiar, asentado en la provincia de Toledo, dedicado y especializado desde hace años en la comisión delitos de estafa por el procedimiento del “tocomocho”, en personas de edad avanzada.
Ambos detenidos, F.J.C.R., de 31 años de edad, y A.V.M., de 33 años, tienen numerosos antecedentes policiales por este tipo de hechos. Su movilidad geográfica por todo el territorio nacional es una de sus características más importantes.
Menos tocomochos en los últimos años
En los últimos tres años, la presencia de grupos delincuenciales especializados sistemáticamente en tocomochos en nuestra ciudad se ha visto sensiblemente mermada, debido al exhaustivo control policial que sobre sus integrantes existe.
En el mismo periodo, se ha detenido a 37 personas, disminuyéndose en un 80% la incidencia de este delito en la ciudad de Zaragoza, y frustrándose, por otro lado, otros episodios.
Este tipo de delito se singulariza por las particularidades de las víctimas, personas de edad avanzada que, en muchos casos, ven deteriorada mucho más tanto su salud física y psíquica (al no poder recuperarse del suceso vivido quedando expuestos a un hecho vergonzante ante sus familiares y verse implicados en un proceso jurídico-penal), como también su situación económica (al tener que hacer frente a un quebranto económico que genera una mengua importante de los ahorros necesarios para la jubilación).