Zaragoza.- La Sociedad Deportiva Huesca se encuentra inmersa en un pequeño bache de juego y resultados. Los oscenses no han logrado ganar en sus tres últimos encuentros, cosechando dos dolorosas derrotas en sus visitas al Valladolid y Rayo Vallecano y empatando en la visita del Almería al estadio del Alcoraz. Un punto de nueve que, sin embargo, no ha reducido en exceso la distancia con el tercer clasificado, estabilizada en siete puntos.
Pero con trece jornadas por disputar, los hombres de Rubi necesitan una reacción inmediata que devuelva al equipo al camino del ascenso directo. El mismo que han tenido durante gran parte del campeonato y que ahora obliga a sortear piedras y obstáculos. Nadie dijo que fuera fácil.
Reus es la siguiente estación para una escuadra que sigue mermada por las bajas. Continúa alejado de los terrenos de juego Cucho Hernández, en la recta final de su recuperación, mientras que salvo que le concedan la cautelar a Melero, el centrocampista tampoco estará ni en tierras catalanas ni tampoco frente al Sporting. Dos partidos de sanción imperan sobre él tras su codazo a un rival almeriense en el último encuentro.
Uno de los primeros factores a corregir por los altoaragoneses reside en recuperar la fortaleza defensiva, perdida en las tres últimas jornadas donde han encajado ocho tantos. Y, muchos de ellos, en los primeros minutos de partido. "Eso nos obliga a ir a contracorriente, tenemos que corregir eso y empezar a defender mejor, quedan muchos partidos y no se pueden escapar los puntos", ha explicado en las últimas horas Ferreiro.
El gallego también ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad, recordando que para el Huesca "estar arriba es un premio y hay que disfrutarlo", añadiendo además que "es un orgullo llevar líderes tantas jornadas, no es casualidad". En este sentido, ha mandado un mensaje al resto de competidores por el ascenso, manifestando que "los que tienen que estar nerviosos son ellos".
El choque en Reus cerrará una nueva jornada de la Segunda División española. Un equipo, el catalán, que sólo está cinco puntos por encima del descenso y también necesita ganar para alejarse de la zona peligrosa.
