Zaragoza.- Conforme van pasando los días de la semana, al entrenador del Real Zaragoza, Natxo González, le surgen buenas noticias. Pocos o nadie esperaban que Oliver Buff pudiera entrenarse con el grupo este jueves, teniendo en cuenta que hace menos de una semana caía al césped de Los Pajaritos e hizo temer lo peor respecto a una grave lesión de rodilla.
Lo cierto es que las pruebas le detectaron una bursitis en la articulación, descartando cualquier tipo de rotura o esguince que afectara a los ligamentos. Y también que el propio jugador afirmaba a través de sus redes sociales que quería estar con el equipo el domingo.
Tras verle junto al grupo en el arranque del entrenamiento, pasando después a un trabajo individualizado, la pelota parece que va a quedar en el tejado del propio Natxo González respecto a incluir o no en la convocatoria al suizo. Parece prematuro que repita titularidad respecto a Soria, pero sí tiene opciones de, al menos, entrar en la citación y poder tener minutos si así lo requiere el encuentro.
Más optimista se es, si cabe, con la situación de Alberto Zapater. El capitán del Real Zaragoza se perdía el entrenamiento del miércoles, aunque sí se ejercitaba al margen, por unas ligeras molestias musculares. Incluso se esperaba que mantuviera el mismo plan hoy, pero el ejeano ha querido estar con sus compañeros en el inicio, al igual que Oliver Buff.
Con la participación del centrocampista prácticamente asegurada, y la pronta recuperación de Buff, a Natxo González sólo le queda estar pendiente de dos jugadores que permanecen en la enfermería. Uno es Javi Ros, que se recupera de su rotura de fibras, y el otro un Cezary Wilk cuyo regreso a los terrenos de juego parece cada día más alejado.
