Zaragoza participa junto a las principales ciudades del Estado en un foro para coordinar las políticas de cooperación

Zaragoza ha participado en un foro en Barcelona, junto con otras ocho localidades, para compartir sus esfuerzos de cooperación internacional y analizar el nuevo contexto tanto internacional como estatal. Uno de los temas abordados ha sido el nuevo rol de las ciudades como actores clave para resolver los grandes problemas globales.

Zaragoza.- La vicealcaldesa y consejera de Derechos Sociales, Luisa Broto, junto a técnicos de Cooperación del Ayuntamiento de Zaragoza, ha participado en el Foro por la Justicia Global que ha tenido lugar los días 1 y 2 de marzo en Barcelona donde ha defendido el papel del las ciudades como respuesta a la desigualdad.

Al encuentro han acudido equipos tanto políticos como técnicos de Madrid, Valencia, Córdoba, Málaga, Cádiz, Pamplona, Vitoria, Barcelona y Zaragoza, que han analizado el origen de las políticas de cooperación municipal desde los años 80; la institucionalización durante los 90 y 2000; la crisis y el desmantelamiento de muchos dispositivos; la involución de la cooperación española y hacia dónde deben dirigirse las ciudades en su acción exterior actualmente.

Estas nueve ciudades han debatido también sobre el contexto tanto internacional como estatal y el nuevo rol de las ciudades como actores clave para resolver los grandes problemas globales (calentamiento climático, pobreza urbana, violencia de género, crisis humanitaria en el Mediterráneo, etc).

Los representantes de los ayuntamientos que han acudido a la cita han decidido crear un espacio de encuentro técnico y de actuación política, que se replicará en otros municipios más adelante, y han elaborado un comunicado con dos aspectos claves. En primer lugar “que las ciudades se han convertido en ciudades globales porque su economía, su cultura, su población se ha ido internacionalizando”. Las ciudades presentes aspiran a seguir e incrementando su compromiso económico, técnico y político en materia de cooperación internacional y justicia global. Ante las graves problemáticas globales y regionales, y en particular la crisis humanitaria del Mediterráneo, las ciudades participantes “se ven obligadas a dedicar todavía mayores esfuerzos para resolverlos, asumiendo un rol progresivamente más importante y no subsidiario de los estados”.

En segundo lugar, que el Gobierno español acaba de aprobar un nuevo Plan Director de Cooperación que las ciudades presentes califican de “decepcionante y denuncian la falta de participación del sector y de las propias ciudades”, como actores clave de la cooperación, tal y como señala la CONGDE. Un Plan que no les representa. Las ciudades presentes dedican esfuerzos cercanos al objetivo del 0’7 de sus presupuestos, expresando una Europa antagónica a la que expresa el Gobierno español con sus actuaciones.

La cooperación en el Ayuntamiento de Zaragoza

El Consistorio de la capital aragonesa cuenta con presupuesto para Cooperación desde el año 1992. Comenzó siendo una tímida convocatoria y tomó cuerpo presupuestario en 1995, con una consignación equivalente a dos millones de euros. Con la llegada del actual Gobierno municipal, la dotación presupuestaria ha pasado de 3,1 millones en 2016 a 3,5 millones en 2018, lo que supone el 0,47% sobre el Presupuesto general. El objetivo es terminar la legislatura en el 0,5%.

Hasta el presente, la Convocatoria de subvenciones ha sido la principal herramienta, presupuestaria y efectiva, de las políticas de Cooperación del Ayuntamiento de Zaragoza. En ella participan ONGD con sede o delegación activa en la ciudad; alcaldías y entidades locales de países en desarrollo, con espacio en la Convocatoria, especialmente en El Salvador, Nicaragua y también en Ecuador, Perú o República Dominicana y agencias que representan a NNUU en España como UNICEF, ACNUR, UNRWA.

Zaragoza cuenta con experiencias activas e interesantes en materia de codesarrollo, relacionando asociaciones de migrantes y acciones de desarrollo en sus países de origen. También se ha respondido a iniciativas de cooperación ciudad-ciudad, para facilitar recursos financieros y de cooperación técnica municipal a propuesta de ONU Hábitat; participando como socios en el funcionamiento y sostenimiento de la Alianza por el Agua; o respondiendo, más recientemente, a la petición de la FEMP para asistir técnicamente a la recuperación turística de los municipios de la costa ecuatoriana, tras el terremoto de 2016.