Entre la gratuidad de la AP-2 o el desdoblamiento de la N-II

El Congreso, a excepción del PP, ha exigido no renovar la concesión de la AP-2 cuando venza en 2021. Al respecto, entre los alcaldes de los municipios afectados por esta autopista que atraviesa Aragón existen opiniones dispares pero, si en algo están de acuerdo es en que el desdoblamiento de la N-II no puede caer en el olvido.

Zaragoza.- "El desdoblamiento de la N-II no se hará jamás". Así de contundente se mostró en el año 2015 el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda del Gobierno de Aragón, José Luis Soro. Por aquel entonces, la confianza en que esta carretera, paralela a la AP-2, se vio mermada porque supondría “arrasar la huerta” entre Alfajarín y Pina. En cambio, en la actualidad, y ante la cantidad de accidentes que tienen como escenario esta carretera, el consejero considera que suprimir el peaje de la autopista sería una primera opción para que, mientras que el Ministerio de Fomento idea un plan que impulse el desdoblamiento de la N-II, puedan circular por ella los más de 12.000 vehículos, pesados en su mayoría, que recorren cada día el eje Zaragoza-Mediterráneo. 

Soro ha cambiado de opinión y ahora ve necesaria la ampliación de los carriles de esta vía. Igual que los pueblos que se ven afectados por ella, aunque con matices. Y es que la alta siniestralidad que padece este tramo exige buscar soluciones. “En agosto de aquel año nos reunimos los alcaldes de la zona afectada y planteamos una estrategia conjunta con el consejero para solicitar al Gobierno central la liberación del peaje de esta concesión”, ha explicado el alcalde de Fraga, Miguel Luis Lapeña. Esto supondría una alternativa al desdoblamiento que parecía no llegar. 

Los alcades de las localidades han solicitado la liberación del peaje
Los alcades de las localidades han solicitado la liberación del peaje

Tres años más tarde, el Congreso de los Diputados, con la abstención del PP, ha exigido no renovar la concesión de la AP-2 a la empresa Abertis cuando venza el 31 de agosto de 2021. Ahora habrá qué ver si su titularidad pasará a ser pública, si se seguirá cobrando el peaje y en qué condiciones se llevará a cabo el mantenimiento. 

Estas son las principales cuestiones que preocupan a los primeros ediles de los municipios. La alcaldesa de Pina de Ebro, Marisa Fanlo, se ha dirigido al Gobierno de Rajoy para que, como solución a un problema de seguridad vial “que la N-II ha soportado durante décadas”, la AP-2 pase a manos de la Administración General del Estado, que no vuelva a licitarse y que no se cobre peaje. 

“No se ha tenido voluntad política durante años ni para desdoblar, ni para rescatar la concesión, ni para liberar el peaje, así que ahora es evidente que será más rápido esperar al final de la concesión, como una excelente oportunidad para conseguir la mejora en las condiciones del tráfico rodado entre Alfajarín y Fraga que estamos esperando”, ha sentenciado Fanlo. A ella, se une Lapeña, que ha lamentado que en los presupuestos hubiera 900.000 euros para inversiones y que, en cambio, “no se haya hecho absolutamente nada” para poner fin a tantos siniestros. 

Opiniones dispares

Pero no todos los alcaldes comparten esta opinión, o al menos no están seguros al 100% de que no renovar la concesión de la AP-2 sea la solución. “En el momento en el que la autopista sea pública habrá que mantenerla y cuidarla, no sé si se crearán puestos de trabajo”, ha apuntado el alcalde de La Almolda, Manuel Lamenca.

Ante la elevada tasa de accidentes se solicita eliminar el peaje
Ante la elevada tasa de accidentes se solicita eliminar el peaje

Parte de lo vecinos del pueblo tienen sus empleos en la conservación de esta infraestructura y, además, los recorridos de ida y vuelta realizados en un plazo de 24 horas son gratuitos en algunos de los municipios gracias a subvenciones. 

“Para los almoldanos, tal y como está ahora, y gracias a las bonificaciones, es como si ya fuera pública porque nos sale gratis. En el momento en el que forme parte del Estado, si se mantienen los puestos de trabajo no hay problema”, ha afirmado Lamenca. 

El alcalde de Bujaraloz, Carmelo Rozas, se ha mostrado más escéptico. “Si es pública vale pero, ¿se va a hacer un mantenimiento? ¿Cómo va a ser?” se pregunta. Para Rozas, lo principal es conocer cuáles serían las condiciones por las que esta autopista pasaría a ser de titularidad pública. Aunque esta preocupación es secundaria. “Estoy de acuerdo con que no se renueve la concesión, pero no que el hecho de que sea pública sirva como excusa para que no se haga el desdoblamiento de la N-II que es tan necesario”, ha manifestado.

Según el edil bujaralocino, no renovar la licitación es tan solo “parte de la solución”. Y la saturación de vehículos puede continuar siendo un problema que hará que “haya más accidentes en la autopista”. Pero hacia donde cree que hay que mirar es hacia la N-II, “que está abandonada, sin señalizar y con baches”. 

La saturación de vehículos puede seguir siendo un problema
La saturación de vehículos puede seguir siendo un problema

Al margen de las opiniones, el siguiente paso es que se establezca quién se encargará a partir del 2021 de la manutención de esta vía –muy necesaria puesto que por este asfalto pasaría un mayor número de vehículos pesados-, si será una empresa privada o, por el contrario, pasaría a manos del Estado. Y en este caso, qué pasará con los empleos de los vecinos de los pueblos que se encargan de trabajar por el mantenimiento de la AP-2. Para que sea pública hace falta que en los presupuestos se haga un hueco a esta infraestructura y que, al contrario que la N-II, su conservación no caiga en el olvido.