El clericalismo, caricatura de la vocación

El Papa afrontaba en Santiago de Chile uno de los grandes retos que afronta la Iglesia en este momento: formar al Pueblo de Dios para vivir en un mundo profundamente secularizado. Esto exige que todos, especialmente los pastores, entiendan que la Iglesia “que no es ni será nunca una elite de consagrados”.

El Papa afrontaba en Santiago de Chile uno de los grandes retos que afronta la Iglesia en este momento: formar al Pueblo de Dios para vivir en un mundo profundamente secularizado. Esto exige que todos, especialmente los pastores, entiendan que la Iglesia “que no es ni será nunca una elite de consagrados”.

Francisco subrayó la gran tentación que acecha a los sacerdotes y que más daño hacen al necesario dinamismo misionero de la Iglesia: el clericalismo, definido como una caricatura de la vocación recibida. También advirtió de otro de los problemas de nuestras sociedades posmodernas: el sentimiento de orfandad de las gentes, que también puede afectar a los propios cristianos.