La esclavitud ambiental

Escribe Barnes, en “El ruido del tiempo”, con gran acierto, sobre el miedo, las cobardías, las faltas de libertad. En esta historia el ambiente es el poder absoluto y opresor del comunismo en Rusia, en tiempos de Stalin y posterior. Dmitri Shostakóvich es el compositor más afamado, aclamado por todos los expertos, especialmente fuera de Rusia.

Escribe Barnes, en “El ruido del tiempo”, con gran acierto, sobre el miedo, las cobardías, las faltas de libertad. En esta historia el ambiente es el poder absoluto y opresor del comunismo en Rusia, en tiempos de Stalin y posterior. Dmitri Shostakóvich es el compositor más afamado, aclamado por todos los expertos, especialmente fuera de Rusia. Pero al Poder no le gusta, considera que su música es muy complicada para el pueblo, y el pobre Dmitri se pasa los años intentando esquivar esa presión que, en muchos momentos supone miedo a morir, porque en la Unión Soviética muchos miles de personas perdieron la vida por disentir.

La lectura de este libro hace pensar. La presión social, los intereses económicos, lo que dice la mayoría, ¡cuántas esclavitudes! Y se me ocurría pensar en las esclavitudes actuales. ¡Qué difícil es salirse del guion previsto! ¡Quién se atreve a expresar ideas que no estén en el parecer de todos! Es la opresión de la mayoría, de la moda, de las ideologías predominantes. Y ¡cuánta cobardía! Hay mucho miedo a quedar mal, a que piensen de mí que soy… La tiranía de los que dirigen los medios, de los que tienen voz, amplificada por una emisora o una cadena televisiva. Y no digamos la tiranía de las redes sociales, aparentemente libres.