Aragón apoyará un Pacto de Estado por la Energía para defender las centrales térmicas y el carbón

Aragón colaborará en la petición de un Pacto de Estado por la Energía en defensa de las centrales térmicas y el carbón autóctono. Así lo ha trasladado este jueves el presidente, Javier Lambán, a FICA. Se pretende una transición "justa y responsable" al horizonte 2050 que no "arruine" a las zonas mineras ni a la economía nacional.

Zaragoza.- Aragón colaborará en la petición conjunta de un Pacto de Estado por la Energía como viaducto de defensa de las centrales térmicas y el carbón autóctono. Así se lo ha trasladado este jueves el presidente de Aragón, Javier Lambán, al secretario general de la Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT (FICA), Pedro Hojas.

Ambos han mantenido un encuentro, cerrando un ciclo de entrevistas entre el sindicato y las distintas comunidades "afectadas" por las, según ha definido Hojas, "amenazas y chantajes por parte de las compañías energéticas" del cierre de las centrales térmicas de Anllares y Velilla (Castilla y León), Lada (Asturias) y Andorra (Aragón). 

Según el secretario, los representantes de los tres territorios en aviso de clausura "están de acuerdo" en solicitar conjuntamente un Pacto de Estado por la Energía que ejerza de viaducto para salvaguardar una industria "tan importante" en España, que se encuentra en transformación por el horizonte europeo 2050 de cero emisiones.

A través de esta petición, se trasluce la intención de las comunidades y comarcas mineras de acogerse a la transición "de una manera justa y socialmente responsable", tratando de minimizar el impacto en la sociedad, en los costes de producción y, por extensión, en la economía del país. Además, Hojas insiste en que el cierre de las térmicas "no terminará con la contaminación", porque el mineral quemado tan solo representa un 7% del total de las emisiones. 

Piden, por tanto, "responsabilidad", porque "tanta incertidumbre política", sumada a la reducción del debate energético al "quién es más verde" está frenando las inversiones en territorio nacional. Algo totalmente "contraproducente", que se adhiere al factor negativo del "alto margen diferencial" que España tiene con otros países como Alemania, ya que casi duplica los costes por kilovatio.

Mientras en zona germana es de 29 euros por kilovatio, en España es de 52: "Toda una pérdida de competitividad", zanja Hojas. Asimismo, pretenden reclamar a las principales empresas energéticas una "reinversión" de sus "pingues beneficios" en tecnologías punteras que se orienten a esa reducción de emisiones contaminantes. Así, concluye, "sí haríamos verdaderas políticas verdes".