La hoguera monumental de Castelserás

La noche del 19 al 20 de enero, el municipio turolense de Castelserás celebra la festividad de San Sebastián con su "Hoguera Monumental". Una pira que alcanza los 20 metros de altura y los 14 de diámetro y que congrega a un numeroso público atraído por la espectacularidad del fuego.

Zaragoza.- Cada mes de enero el fuego toma el protagonismo en muchas localidades aragonesas, donde existe la tradición de encender hogueras en honor a San Antón y San Sebastián, considerados santos protectores de las epidemias. Pasado el solsticio de invierno, los días comienzan a alargarse, hay más luz y el fuego es símbolo ancestral de purificación y fertilidad para las cosechas que pronto empezarán a germinar.

Una de las localidades donde se mantiene viva esta tradición es Castelserás, en el Bajo Aragón. Este municipio turolense celebra, la noche del 19 al 20 de enero, la festividad de San Sebastián con una enorme pira a la que llaman la "Hoguera Monumental".

Fiesta de Interés Turístico de Aragón

Declarada Fiesta de Interés Turístico de Aragón, los preparativos de ese festejo comienzan el domingo anterior a San Sebastián (20 de enero). Es tradición que sean los casados del pueblo los que salgan a buscar un tronco de unos 20 metros de altura que se plantará en la plaza del Ayuntamiento de Castelserás. En esta jornada de tala del árbol, no falta el tradicional almuerzo y el intercambio de risas entre los asistentes.

La pira puede llegar a mediar más de 6 metros de altura y trece de diámetro
La pira puede llegar a mediar más de 6 metros de altura y trece de diámetro

Una vez elegido y talado el árbol, se procede a la entrada del tronco a la plaza, tirado por dos caballos. Con varias sogas, se "planta" el tronco en mitad de la calle y se sujeta a los balcones que rodean la plaza. A lo largo de la semana, los vecinos van preparando la hoguera alrededor del tronco. Para ello utilizan sarmientos, ramas y tocones, que alcanzan hasta los siete metros de altura y los trece de diámetro.

Durante el día 19, se celebran varios actos tradicionales, como el desfile de carrozas que pasa junto a la hoguera o el canto de las "completas" al santo durante los oficios religiosos que reza así: "Sebastián, capitán, valeroso que ha dado su vida por la religión y por eso todos los cristianos lo celebraremos con gran devoción. ¡Vámosle a rogar!, ¡vámosle a rogar!".

La "cercavilla"

El punto álgido comienza a partir de las 22.00 horas. La llamada "cercavilla", compuesta por la charanga, las reinas de las fiestas y las autoridades, trae el fuego hasta la plaza y se enciende la base de la "Hoguera Monumental".

Los hombres casados son los encargados de buscar el tronco y plantarlo en la plaza
Los hombres casados son los encargados de buscar el tronco y plantarlo en la plaza

Cuando la hoguera está en su punto álgido, se entona una melodía y se invita a los habitantes a bailar el rodat. Se trata de una danza en la que el bailarín no puede alejarse de la hoguera y bailan dando vueltas, tapándose la cara con los brazos para evitar quemarse.

Cuando las llamas toman contacto con las ramas y estas empiezan a arder, comienza a sonar una melodía con la que se anima a la población a bailar el "rodat". Son unos pasos repletos de historia y significado, creados especialmente para este momento. Los bailadores deben rodear la hoguera mientras van dando vueltas y se tapan la cara con los brazos, para evitar que alguna parte del cuerpo se queme. La cercanía de la hoguera con las paredes de las casas de la plaza hace que el fuego sea tan intenso que, a veces, prendan las ropas del bailarín.

Poco a poco la hoguera se va consumiendo y la caída del álamo central completa la tradición de esta fiesta turolense que muchos describen como "una auténtica maravilla para la vista por el espectacular fuego que desprende la Hoguera Monumental".