Zaragoza.- La Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA) ha presentado este jueves el análisis de actividad referente a 2017. Un curso que califican de "nefasto" para Aragón y como "el peor de la historia de la fruticultura de España". En la comunidad aragonesa, el frutícola es un sector estratégico. Vertebra una importante extensión del territorio rural, generando decenas de miles de empleos directos. Desde las últimas cinco o seis campañas, "15.000 de ellos están en peligro", ha afirmado el responsable del Sector de Fruta de UAGA, Vicente López.
Según la cooperativa, el sector lleva acogiendo tiempo un encadenamiento de eventos negativos que, poco a poco, "lo están destruyendo". Entre ellos, el aumento de los costes de producción de las explotaciones, las irregulares prácticas de distribución comercial o la ineficacia de las medidas de regulación de mercado. A ello, se ha de sumar el veto ruso: "de un día para otro se nos prohibió el intercambio de mercancía con uno de los mejores mercados que teníamos", ha lamentado López. Algo que para un país esencialmente productor de fruta como España, compuso un ecosistema "complicado".
Este escenario se ha visto todavía más afectado por la bajada de precios de producción y liquidación, que desencadena una fuerte reducción de los ingresos para los fruticultores. Por extensión, para la comunidad o el país. Concretamente, en Aragón, "estamos recibiendo 39.000 euros por 200.000 kilos de fruta, cuando deberíamos obtener cerca de 100.000", ha desglosado el productor de una empresa de fruta de Ballobar, Vicente Sanjuán.
Tanto está resintiéndose el mercado, que, según los últimos cálculos de la cooperativa, la producción de un kilo de, por ejemplo, albaricoque, supone un coste aproximado de 30 o 35 céntimos. A día de hoy, la compraventa se efectúa, reteniendo el IVA, a unos 0,17 céntimos. Con estas cifras, "no podemos hacer frente ni a los préstamos de las explotaciones, ni al riego, ni a nada", ha matizado Sanjuán. "Si el año próximo seguimos así, quizá tengamos que abandonar, como están haciendo cada vez más", ha zanjado.
Desde un estadio de desánimo, UAGA recrimina asimismo la inmovilidad del Gobierno central con respecto a reclamas de las que ya alertaban el año pasado: "si el Gobierno de España no se pone las pilas, el sector terminará demoliéndose", ha declarado López. Además de ello, los cooperantes han criticado la injerencia de "agentes inversores externos" que "nada tienen que ver con la agricultura" y que están "prostituyendo" y generando alteraciones en el mercado.
Por todo ello, han propuesto un serial de medidas "urgentes" para vehicular la rehabilitación del sector, que supongan un alivio a su contexto incierto. Todo ha de pasar inicialmente, ha dicho UAGA, por que la Unión Europea reconozca el estado de crisis del sector, declare la "perturbación grave del mercado" y se accione la creación de un sistema de gestión y ayudas "ágil", a través de los fondos de reserva que contempla la nueva reglamentación de la Política Agraria Común (PAC).
