El centro de protección animal de la DPZ atendió en 2017 a 266 perros recogidos por la provincia

El centro de protección animal de la Diputación de Zaragoza atendió durante el pasado año a 266 perros recogidos por la provincia. Además, a lo largo de 2017, la DPZ dio en adopción 306 mascotas, lo que demuestra que el sistema para buscar un hogar a todos los animales que llegan a las instalaciones sigue funcionando.

Zaragoza.- El centro de protección animal de la Diputación de Zaragoza atendió a lo largo de 2017 a 266 perros sin dueño que vagaban por los municipios de la provincia, de los cuales 264 fueron recogidos por el personal que presta este servicio y 2 fueron entregados directamente en las instalaciones de Movera. En ese mismo periodo de tiempo, la institución provincial dio en adopción 306 mascotas, lo que demuestra que el sistema implantado para buscar un hogar a todos los animales sigue funcionando con éxito.

"Desde el año 2012, la Diputación de Zaragoza no cobra nada a quienes adoptan uno de los perros atendidos. Así facilitamos el proceso y dejamos claro que nuestra prioridad es fomentar las adopciones responsables y con todos los requisitos legales", ha recordado el diputado delegado del centro de protección animal de la DPZ, José Ángel Miramón.

Las cifras de recogida de 2017 son muy similares a las de 2015 y 2016, cuando en Movera se atendió a 262 y 263 perros, respectivamente. En 2014 llegaron al centro de protección animal 211 canes, a los que hubo que sumar 48 entregas procedentes de sendos decomisos realizados por el Seprona y el Gobierno de Aragón. En cambio, sí se observa un incremento importante en el número de perros dados en adopción, ya que se ha pasado de 256 hace dos años a 306 en 2017, un 19% más -en 2015 fueron 274-.

Mejoras en las instalaciones y creación de otros centros en la provincia

Miramón ha destacado que a lo largo del año pasado la Diputación de Zaragoza hizo diversas mejoras en las instalaciones de Movera. "Se cambió el vallado exterior y el sistema de evacuación de aguas pluviales, y también estamos tramitando el arreglo de los tejados de los cheniles en los que están los perros y la ampliación de la capacidad del centro para que pueda pasar de 20 a 56 animales", ha explicado el diputado.

Además, en los presupuestos de este año la DPZ ha incluido una partida de 300.000 euros para crear una red provincial de centros de protección animal. "El objetivo es poder atender a los perros vagabundos en distintos puntos de la provincia y descongestionar así las instalaciones de Movera", ha subrayado Miramón, quien adelanta que se trabajará con los ayuntamientos para consensuar tanto la construcción como la gestión de esos nuevos equipamientos.

El Centro Sanitario de Protección y Albergue Provincial de Movera se puso en marcha en 1994 para hacer frente al problema de salud pública de los perros vagabundos. Como los municipios no tenían recursos para resolverlo, la Diputación de Zaragoza aprobó un convenio marco al que desde entonces se han adherido 244 de las 292 localidades de la provincia –la capital tiene su propia recogida–.

Los ayuntamientos son los únicos que pueden solicitar la retirada de animales abandonados o sin dueño. No obstante, si un vecino quiere entregar el suyo, tiene que hacerlo previo visto bueno de su consistorio y sabiendo que debe pagar una tasa de 57,5 euros y que además no se aceptan perros gravemente enfermos o para sacrificio.

Se les cura, se les cuida y se les implanta el chip obligatorio

Cuando se recibe un aviso de recogida, la empresa que gestiona el centro de protección animal se traslada al municipio, lo captura y lo lleva a las instalaciones de Movera. Si porta el chip obligatorio, se intenta localizar al dueño, que además de tener que pagar una tasa de 80 euros para llevárselo se enfrenta a una posible sanción administrativa. Si no es posible contactar con el propietario, el perro pasa a manos de la Diputación.

Tanto esos animales como los que no llevan chip -la gran mayoría- son inscritos a nombre de la institución provincial en el Registro de Animales de Compañía de Aragón. Para entonces, ya han sido atendidos por los veterinarios, ya que a todos los perros se les hace una exploración nada más llegar, se les curan las enfermedades o heridas que puedan presentar, se les desparasita interna y externamente y se les vacuna.

Una vez dados esos pasos, comienza el proceso de búsqueda de dueños para los perros. Normalmente, son adoptados a corto o medio plazo, aunque algunos llegan a pasar muchos meses en Movera. Pese a todo, incluso los casos más complejos se suelen resolver gracias a la colaboración de las sociedades protectoras de animales. "Su ayuda es fundamental para adoptar a los animales que llegan enfermos, son muy mayores o directamente no resultan atractivos", ha agradecido Miramón, quien ha subrayado que desde mayo de 2013 la Diputación de Zaragoza no sacrifica a ningún perro. "La ley lo permite pero se apuesta por atenderlos hasta que se les encuentra un adoptante", ha recalcado el diputado.