A salvo de aludes

Prevenir accidentes provocados por aludes es el objetivo de una nueva y pionera herramienta desarrollada en Aragón que permite detectar cuál es el riesgo de que uno de estos se produzca. Por el momento solamente puede utilizarse en la zona del macizo del Aneto y la información puede consultarse en la web de Montaña Segura.

Zaragoza.- Prevenir accidentes en el medio natural. Este es el principal objetivo de la campaña Montaña Segura puesta en marcha por el Gobierno de Aragón en colaboración con Aramón y la Federación Aragonesa de Montañismo. A través de ella se han desarrollado varias iniciativas. La última, una herramienta que establece cuál es el riesgo de aludes. 

El fin de esta herramienta es la correcta valoración del grado de peligro y gestión del riesgo en la montaña nevada. Se trata de la Escala de Clasificación del Terreno de Aludes o

Esta herramienta, que fue desarrollada por Cam Cambell en Canadá en el año 2010, complementa al Boletín de Peligro de Aludes-BPA que de manera diaria emiten las agencias pertinentes. ATES constituye una metodología que da como resultado una cartografía, un mapa de clasificación del terreno de aludes. Con este mapa en una mano y el BPA del día en la otra, el montañero invernal deberá elegir qué ruta es la que mejor se ajusta a la estabilidad del manto nivoso y a su propia experiencia y la del grupo en montaña invernal.

Por el momento, solamente se ha aplicado a la zona del macizo de Aneto y su consulta ayuda al montañero invernal en la toma de decisiones, permitiéndole elegir actividades y recorridos que eviten las zonas de mayor peligro. “Si la cartografía del Aneto resulta satisfactoria y ayuda en la seguridad de los montañeros continuaremos adelante con este proyecto tan interesante”, afirmó la directora general de Justicia e Interior, María Ángeles Júlvez, durante la presentación de la misma.

Cartografía ATES

La cartografía ATES para el macizo del Aneto ha sido elaborada en el año 2017 y se presenta a través de la página web de Montaña Segura en formato imagen y vectorial para su consulta y descarga.

Cubre las zonas donde habitualmente se practica montaña invernal con punto de partida desde el Hospital de Benasque, Refugio de La Renclusa y refugio Cap de Llauset, así como los accesos a estos refugios. Valles de Remuñe, Literola, Escaleta, Barrancs, cabeceras de Cregüeña y Vallibierna, Salenques, Rigüeno y Llauset son los valles principales que cubre la zona cartografiada, con el pico Aneto en el centro de la misma.

Además, los refugios de La Renclusa, Cap de Llauset y el Hospital de Benasque tiene, en temporada invernal, un panel expuesto al público donde también se explica qué es ATES y se muestra la cartografía de la zona.

¿A quién va dirigido ATES?

Cualquier persona que se dirija a realizar una actividad en un medio de montaña con nieve, fuera del entorno de las estaciones de esquí y pistas balizadas, debería consultar ATES antes de iniciarla. Raquetas, paseos en nieve, esquí de montaña… todos ellos entran en terreno de aludes.

La finalidad del Evaluador es definir el grado de peligro asumido por el montañero en las actividades que se propone hacer
La finalidad del Evaluador es definir el grado de peligro asumido por el montañero en las actividades que se propone hacer

Clasificación del terreno

ATES clasifica el terreno en tres categorías según su grado de exposición a los aludes: simple, exigente o complejo.

El terreno simple tiene una exposición a pendientes poco empinadas y terreno forestal. Algunos claros en el bosque pueden implicar zonas de llegada de aludes poco frecuentes y cuenta con muchas opciones para reducir o eliminar la exposición.

El terreno exigente es aquel con una exposición a zonas de trayecto de aludes bien definidos, a zonas de salida o trampas. Hay opciones para reducir o eliminar la exposición escogiendo las rutas con cuidado.

El terreno complejo tiene una exposición a zonas de trayecto de aludes múltiples y superpuestas o grandes extensiones de terreno abierto y pendiente. Cuenta con zonas de inicio de aludes múltiples y con trampas abajo y mínimas opciones de reducir la exposición.

Boletín de peligro de aludes 

Por su lado, el Boletín de Peligro de Aludes (BPA) clasifica la estabilidad del manto nivoso en 5 grados, desde peligro débil a peligro muy fuerte, según la escala.

El Evaluador 

Ambas herramientas (ATES y BPA) confluyen en el Evaluador, que es una herramienta complementaria a la Escala de Clasificación de Terreno de Aludes o herramienta ATES y que debe utilizarse durante la planificación de la salida y el mismo día de la misma. La finalidad de la Evaluador es definir el grado de peligro asumido por el montañero en las actividades que se propone hacer.

Según el Evaluador, la confluencia de BPA y ATES estará en alguna de estas tres zonas: precaución, precaución extra y no recomendada.

En las zonas de precaución las condiciones son adecuadas para circular por terreno de aludes y los accidentes son generalmente infrecuentes. Hay que tener precaución, saber reconocer el peligro y tener las habilidades de circulación con seguridad y de rescate. En esta situación, incluso en días de grado de peligro BPA sea 4-Fuerte es posible encontrar terreno seguro donde hacer actividad, típicamente terreno simple, de pendiente poco pronunciada y no conectado directamente a vertientes inclinadas.

En las zonas con precaución extra las avalanchas son posibles por causas humanas o naturales, y los accidentes son frecuentes. Se requiere un nivel avanzado de comprensión del peligro de aludes existente.

El fin de esta herramienta es la correcta valoración del grado de peligro y gestión del riesgo en la montaña nevada
El fin de esta herramienta es la correcta valoración del grado de peligro y gestión del riesgo en la montaña nevada

Por último, en las zonas no recomendadas no se aconseja recomienda circular por la montaña sin conocimientos de nivel profesional o experto en nieve y aludes. Condiciones preparadas para que haya accidentes por aludes.

Estudio sobre accidentes en montaña invernal, ATES y BPA

Según un estudio sobre 38 accidentes por alud registrados en la Val d’Aran, el Pallars y la Alta Ribagorça entre los años 1995 y 2012, la observación y análisis de los datos mostraba que un importante número de estos sucesos se daban con un valor BPA 3, grado de peligro bastante habitual en cada temporada invernal.

Distribuidos dichos accidentes en función a la clasificación ATES del terreno en el que habían sucedido, se apreciaba que la mayoría sucedieron en terreno complejo y otro porcentaje importante en terreno exigente.

Una correcta valoración del BPA y el mapa ATES permite reducir el grado de exposición del montañero invernal, siempre que éste adapte la elección de la ruta (en relación a la clasificación ATES del terreno) al BPA del momento de la salida.