Opinión

Los últimos coletazos del año 2017

Parece ser que el final de este año no iba a ser, ni mucho menos, tan dulce y liviano como la mayoría de nosotros hubiéramos deseado, no. Para ello, los acontecimientos internacionales y nacionales nos han recordado, una vez más, que vivimos en un mundo en permanente conflicto de intereses creados y recreados.

Parece ser que el final de este año no iba a ser, ni mucho menos, tan dulce y liviano como la mayoría de nosotros hubiéramos deseado, no. Para ello, los acontecimientos internacionales y nacionales nos han recordado, una vez más, que vivimos en un mundo en permanente conflicto de intereses creados y recreados.

Hace unos días, el presidente de EEUU, Donald Trump, anunciaba, siguiendo lo prometido en su programa electoral, la declaración de Jerusalem como capital del Estado de Israel. Si hay algo que puede perturbar enormemente la paz mundial es precisamente este detalle, pues desde que la ONU declaró su plan de partición del territorio palestino en 1947, los problemas han ido en aumento en el llamado Oriente Próximo, agudizados por las acciones de 1947 y 1967, así como las de 2005; donde el antiguo territorio palestino quedó reducido a la mínima expresión.  

Jerusalem, ha sido y es, capital cultural y religiosa de las tres religiones monofeísticas: cristianismo, judaísmo e islamismo. Convertir la capital internacional en una monocolor provocará más disturbios y conflictos en el mundo musulmán y en su brazo radical yihadista. No resulta chocante la anterior declaración de Trump a pocos días  de que el primer ministro iraquí Al Abadi anunciara la victoria y expulsión de los combatientes del ISIS del territorio del país. De igual modo, todo ello ha ocurrido en el contexto de la nueva alianza entre los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, al margen del Consejo de Cooperación del Golfo, y con el objeto de controlar a la díscola Catar.

Parece que el avispero de Oriente Medio y Próximo, sigue siendo avispero, aunque se hayan cambiado los panales. Una vez debilitado ISIS, se pretende reforzar el papel de Arabia Saudita, en muy buenas relaciones ahora con Israel, al que se le pretende reforzar nombrando a Jerusalem su capital. El yihadismo, que se desarrolló en paralelo al conflicto palestino-israelí, y tras la pérdida de poder de ISIS, podría encontrar nuevos argumentos para continuar sus acciones terroristas.

Pero ya en terreno nacional, las próximas elecciones catalanas del 21D, marcarán un antes y un después en toda la historia de desencuentros entre la citada Comunidad Autónoma y el resto del Estado Español; cuyas previsiones, en lo referente a sus resultados y futuras coaliciones se tornan de nuevo complejas, no tanto por las opciones independentistas-no independentistas, sino por el trasvase de votos entre los partidos que defienden las dos opciones.

Y en nuestro Aragón, y con relación a lo anterior; a cuentas del artículo 155 de la Constitución Española, y su aplicación; se han podido recuperar, en cuestionable estado de conservación, la mayor parte de los bienes del monasterio de santa María de Sigena, tras décadas de reclamaciones judiciales sin efecto y declaraciones incluso a favor de la devolución del propio Vaticano, todo ello en el contexto de la lucha por la recuperación de otros bienes del Aragón Oriental. 

"El pez grande se come al chico", y no se trata de provocar conflictos donde no los hay, pero como se suele decir "la vida da muchas vueltas" y el "tiempo pone a cada uno en su lugar"; aunque yo personalmente, no me fío mucho de esto último, pero…tal vez, por qué no.

Felices días a todos y estaremos muy atentos a los que el nuevo 2018 nos depare. Sin duda, los conflictos nos seguirán recordando nuestra condición humana.