Opinión

Economía contra personas

En estos tiempos en los que no se habla más que de Cataluña (que es un problema muy grave y requiere toda nuestra atención), la situación en la que se encontraba España antes de este asunto era de auténtica crisis microeconómica. Es decir, lo que afecta a las personas.

En estos tiempos en los que no se habla más que de Cataluña (que es un problema muy grave y requiere toda nuestra atención), la situación en la que se encontraba España antes de este asunto era de auténtica crisis microeconómica. Es decir, lo que afecta a las personas. Unas personas cuya mayoría han perdido el poder adquisitivo que tenían antes de la crisis. El paro solo se ha reducido bajando salarios. El gráfico problema del reparto de la tarta. Si damos menos tarta a cada comensal, son más los que comen (poco), y los podemos quitar tranquilamente de las estadísticas del paro. Así se puede sacar pecho a nivel estatal, sin sufrir con las personas que no encuentran trabajo digno, sin sufrir con las familias que no llegan a fin de mes.

Mientras solo utilizamos las engañosas medidas. Nos toman por tontos. Si el montante es 20, los opulentos se llevan 18 y los desfavorecidos 2, la media será 10, con lo que no se visualizará la situación de las personas. Siempre se puede hablar del PIB, comercio exterior, de las mareantes perspectivas cada pocos días de Moody, Standards & Poors o Fitch. Pero lo que se quiere es que tengamos la sensación de que la crisis ya ha pasado, ya estamos en una situación normal, y nos hemos acostumbrado a todo. Lo peor es los que se han tenido que acostumbrar a quedarse o a irse abajo, que también es la mayoría silenciosa. Porque ya no se cuenta a los que han tenido que irse a trabajar al extranjero. Porque ya no se cuenta a los subvencionados, que, por lo menos, ha calmado muchos ánimos que tenían motivos para exaltarse a ratos.

Hoy, la brecha entre ricos y pobres, crece y crece según las estadísticas. Y no se le da mayor importancia. Ahora ha dado a luz un comunicado la oficina estadística  “Eurostat” informando que el gasto español en protección social era el 24,7% del PIB, frente al 29% de la media de la Unión Europea. Que estamos en el furgón de cola. Hemos ido del mayor bienestar social a uno de los países con menor cohesión social. Esto no tendría por qué pasar. Si se mejora la economía de España. Si mejoran ya los beneficios de muchas empresas, para cuándo subirán los salarios en la misma proporción. Como ciertamente el problema candente que tenemos es el del soberanismo catalán, pues bien afrontémoslo, pero sin olvidar las dificultades de millones de españoles a los que parece hayamos olvidado.