Zaragoza.- La enfermería del Real Zaragoza tiene pocos inquilinos, pero de alta importancia en los planes de su entrenador, Natxo González. Especialmente atento anda el vitoriano de Mikel González, teniendo en cuenta que Verdasca está sancionado y el centro de la zaga queda muy debilitado si el vasco no llega a tiempo para el choque de este fin de semana en Albacete. La buena noticia es que va incrementando su ritmo en los entrenamientos y su puesta a punto para estar disponible en tierras manchegas.
El zaguero sufría una rotura de fibras en el encuentro frente al Reus que le obligaba a retirarse del terreno de juego antes incluso del descanso y no se esperaba que pudiera volver a jugar en este año 2017. Sin embargo su recuperación va por buen camino y las circunstancias le obligan a un esfuerzo extra para poder hacer pareja con Grippo. Si no, Valentín y Zalaya son las dos alternativas que maneja el técnico, con más opciones para el primero.
Pero no es el único futbolista que quiere apuntarse al doble viaje a Albacete y Valladolid, con los que el Real Zaragoza cerrará un aciago año. Porque Jorge Pombo daba el susto la pasada semana en el entrenamiento a puerta abierta en La Romareda y se le detectaba una elongación en el ligamento lateral interno de la rodilla izquierda.
Una dolencia en un articulación ya dañada con anterioridad, pero que no pasaba a mayores. De hecho, el canterano ha sido parte del grupo en el entrenamiento de este martes en las instalaciones de la Ciudad Deportiva y apura sus opciones para poder entrar en la convocatoria si así lo decide Natxo González.
Mientras, el que no ha podido formar parte del grupo en el césped ha sido Gaizka Toquero. El atacante arrastra molestias desde hace unas semanas en su rodilla y se ha decidido que no fuerce en este arranque de semana. De hecho, en los últimos encuentros se ha visto reducido su caudal de minutos en el campo, aprovechando Natxo González para dar mayor protagonismo a Vinícius y Papu.
