Zaragoza.- La Audiencia Provincial de Zaragoza ha comenzado a juzgar este lunes a Inocencio L., de 58 años, acusado de intentar asesinar a su exmujer y al amigo de esta en una vivienda de la urbanización de la Fuente de la Junquera, en Zaragoza, la madrugada del 20 de junio de 2015. El acusado ha sido recibido a gritos de "asesino" por un grupo de allegados a la mujer que se han concentrado en la puerta del tribunal.
Ya en la sala -a la que el magistrado Julio Arenere no ha permitido acceder a fotógrafos ni cámaras de televisión- Inocencio L. ha reconocido que acuchilló a su exesposa porque se volvió "loco" y se "bloqueó" al verla con otro hombre.
La pareja estaba separada y había iniciado los trámites del divorcio. Él vivía en un piso de la calle Manifestación mientras ella continuaba en el domicilio familiar. La noche del 19 de junio de 2015 intentó contactar en varias ocasiones con su expareja hasta que finalmente, sobre las 4.00 horas, utilizando una llave que guardaba, accedió a la vivienda y subió al dormitorio donde la mujer estaba con un amigo: "Al ver lo que vi, me volví loco y perdí los estribos. Si los hubiera visto en el salón tomando una copa, un café o charlando mi comportamiento a lo mejor habría sido también agresivo, pero no de esa manera".
Por dos delitos de asesinato en grado de tentativa, el fiscal pide para Inocencio L. 19 años de cárcel. Ahora bien, si el acusado ha reconocido que acuchilló a su expareja, no ha admitido que hiciese lo mismo a su amigo. "Hubo un forcejeo y yo salí incluso más herido que él", ha explicado. A preguntas de su defensa, Enrique Trebolle, este hombre ha explicado que ha estado sometido a tratamiento psiquiátrico y ha acudido a Alcohólicos Anónimos para tratar su adicción al alcohol.
Detrás de un biombo, la víctima, asistida por el letrado Javier Notivoli, ha asegurado que ella y su acompañante estaban dormidos cuando Inocencio L. se "abalanzó". Estaba "de lado", ha relatado, cuando su exmarido le clavó el cuchillo. "Lo tengo muy gravado y lo tendré de por vida", ha añadido.
Al principio sintió "un fuerte dolor en la pierna", ha relatado. Ya en el hospital le confirmaron que había recibido hasta cuatro puñaladas. Todavía hoy siente dolor en la zona donde fue lesionada. Un dolor que le hace recordar lo sucedido aquella noche.
Esta víctima ha asegurado que Inocencio L. "se abalanzó" sobre su amigo, que se despertó tras escuchar sus gritos. En el mismo sentido ha declarado este hombre: "Me incorporé y vi cómo me intentaba asestar otra cuchillada". Golpe que "iba dirigido al torax", ha apuntado, pero que pudo parar a tiempo.
Se inició así un forcejeo, en el que los dos hombres llegaron a caer por las escaleras. El amigo de la víctima logró escapar y pedir ayuda a unos vecinos, que llamaron a la Policía.
El portero, de investigado a testigo
En este caso estuvo detenido inicialmente el portero de la urbanización, como posible cooperador por avisar al acusado de que su exmujer estaba en casa con un amigo. Sin embargo, el juez entendió que no había delito. Este lunes ha declarado como testigo y, del mismo modo que el propio acusado, ha negado que vigilara a la mujer y ha explicado que si la noche de los hechos habló hasta en tres ocasiones con Inocencio L. fue porque este estaba interesado en saber sobre sus hijos.
Uno de los agentes de la Policía Nacional que acudieron al lugar de los hechos ha declarado que encontraron a Inocencio L. "con una excesiva tranquilidad". Este les dijo: "Qué quieren que haga si he encontrado a mi mujer con otro". El juicio continuará este martes con las pruebas periciales.
