FÚTBOL

Natxo González: "No voy a llorar y darle el gustazo al árbitro de que se vuelva a reír de mí"

El arbitraje de Cordero Vega en el Real Zaragoza – Cádiz no contentó al técnico local, Natxo González, quien no quiso contestar a preguntas sobre su actuación asegurando que no quería darle "ni un minuto más de gloria" para que no volviera a "reírse" de él. Verdasca fue expulsado por decirle "eres muy malo", tal y como apunta en el acta.

Zaragoza.- "Me han metido en una bañera con hielos para quitarme el calentón y no voy a llorar aquí y darle el gustazo de que se vuelva a reír de mí". Esas eran las declaraciones más destacadas del técnico del Real Zaragoza, Natxo González, al terminar el encuentro en el que los maños caían por 0-2 ante el Cádiz, en La Romareda, y en el que finalizaban con nueve futbolistas por las expulsiones de Diogo Verdasca y Cristian Álvarez.

Visiblemente enfadado, el vitoriano comparecía en la sala de prensa reconociendo que no sabía si habían sido justas las expulsiones, pero, en caso de serlo, los futbolistas "tendrán que dar explicaciones" e incluso manifestó que "a muchos habría que meterlos en una bañera, incluido algún jugador". Por ejemplo Verdasca, quien vio la roja por protestar y decirle de manera reiterada al colegiado "eres muy malo", reflejado en el acta y que probablemente acarree dos choques de suspensión.

Lo cierto es que el Real Zaragoza saltó al campo muy pasado de revoluciones, desconocido, con una agresividad carente de sentido por momentos. Algo que intentó explicar Natxo González al valorar que tenían "ganas de ganar, de hacer bien las cosas, de dar una victoria a la afición", incidiendo en que "el árbitro ha influido en que el jugador se vaya calentando porque hay que estar ahí dentro del campo y en el banquillo jugándote el puesto de trabajo".

No obstante, el entrenador vasco explicaba que había sido "un partido con todo en contra" y, a pesar de ello, el equipo había "estado ahí, con mucha inferioridad pero con corazón y alma", por lo que reconocía estar "orgulloso de los jugadores".

Borja y Vinícius fueron también protagonistas en la zona mixta de La Romareda, manifestando el primero que había sido "un partido extraño, de los difíciles de explicar" e invitaba a hacer autocrítica. El brasileño, sustituido en la primera mitad por Valentín tras ver la roja Verdasca, reconocía que "la primera roja ya complica jugar de igual a igual y más después con dos menos", destacando no obstante que el equipo se había "portado bien, creando peligro con nueve".