Zaragoza.- La derrota en Almería, y más de la forma en que se produjo, obliga al Real Zaragoza a un esfuerzo extra en el choque de este sábado frente al Reus. La Romareda acoge un encuentro en el que los hombres de Natxo González están obligados a ganar, más teniendo en cuenta que los puestos altos se están alejando conforme se acercan los peligrosos. Por lo que en juego hay más que tres puntos.
El técnico vitoriano ha reconocido que el equipo ha perdido en las últimas jornadas "parte de su identidad", también de credibilidad ante la afición, por lo que se pide una victoria con buenas sensaciones ante la escuadra tarraconense. Todo pasa por recuperar el fútbol que había convencido a todos en el primer tramo de la campaña y en corregir los detalles que han llevado al Real Zaragoza a encajar ocho tantos en las tres últimas jornadas.
Para la cita, Natxo González cuenta con la buena noticia del regreso de Diogo Verdasca tras sanción, además de Papunashvili. Durante la semana han tenido diversos problemas Delmás, Borja Iglesias y Alberto Benito, siendo este último el que no está al 100% para aguantar 90 minutos, tal y como ha confirmado el entrenador en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva.
Tras finalizar el choque en Almería y pese a la dureza de la situación, el entrenador del Real Zaragoza se mostró convencido de que el proyecto finalizaría "fantásticamente", algo en lo que ha insistido este viernes. Pero para ello el rumbo debe ser enderezado e inmediato, retomando el camino que había conseguido ilusionar a La Romareda por primera vez en varios años.
Sobre el aire sobrevuela la posibilidad de que entren hombres no habituales en el once titular, como es el caso de Vinícius Araújo o el propio Papu, pero Natxo González ha querido esconder sus cartas por completo. Incluso preguntado por la elección de los centrales, estando todos disponibles, ha bromeado, o no, con la posibilidad de que los cuatro figuren de inicio este sábado en La Romareda.
