Zaragoza.- Hacer de la lectura un hábito accesible a todos los colectivos. Con este objetivo, el Ayuntamiento puso en marcha el mes pasado el programa de Lectura Fácil. Gracias a él, todas las bibliotecas municipales cuentan con un lote de libros adaptados para personas con limitaciones en sus habilidades de comprensión a causa de una discapacidad, de su edad, o de su escaso conocimiento del idioma.
De esta forma, cada una de las 25 bibliotecas que conforman la red municipal cuenta con un lote formado por 30 obras literarias adaptadas en su forma y contenido. Algunas son infantiles, pero la mayoría están dirigidas a un público adulto. En cualquier caso, están disponibles para préstamo o consulta.
La iniciativa ha surgido como uno de los objetivos de las bibliotecas de este año, y ha nacido de la mano de la asociación Aragonesa de Lectura Fácil y de la Fundación Cedes, entidad social que trabaja con personas con discapacidad. El fin es hacer los fondos accesibles a todas las personas independientemente de cuáles sean sus capacidades.
Los libros tienen unas características especiales. Tienen una idea por línea, la letra más grande y sirven para personas con alguna discapacidad intelectual, adolescentes con problemas de capacidad lectora, personas migrantes o mayores que ya no tienen tanta agilidad lectora.
"No son libros infantilizados, sino libros para adultos, pensados para adultos y escritos para adultos, pero con un formato y una forma de acceder las ideas accesibles para acercar el placer de leer a todo el mundo", destaca la concejal delegada de Educación e Inclusión, Arantza Gracia.
Tres públicos y más de 30 opciones
La coordinadora técnica de las bibliotecas públicas municipales, Pilar Bes, explica que están destinados a tres colectivos: neolectores que han leído muy poco en a lo largo de su vida y de repente se encuentran con tiempo y ganas de retomar la lectura; personas con una cierta discapacidad de comprensión y para migrantes que en un momento determinado no conocen todo el potencial de la lengua.
Son lotes adquiridos para las 25 bibliotecas y uno más para el programa de maletas viajeras. Se trata de packs que se prestan sobre todo a centros educativos. "Son algo parecido a cesiones institucionales con una temporalidad más larga", aclara Bes. Cada lote lleva unos 30 libros. De ellos, cuatro son infantiles y el resto para todo el mundo, mezclando clásicos y modernos.
En estos lotes hay una buena mezcla de obras clásicas y algún texto más moderno, para abarcar todos los gustos. En concreto, los libros infantiles son: El cóndor y las estrellas: cuento del Perú, Cuenta hasta cinco: cuento de la India; Nada es lo que parece: cuento del norte de África; y La princesa y el topo: cuento del Cáucaso. En literatura juvenil se encuentran las obras Cuentos sorprendentes y Cruce de mundos
Para los más románticos hay obras como Romeo y Julieta y Siete días en el lago, y también hay títulos de temas más actuales como Nahid, mi hermana afgana, Ola de calor, La promesa, La música del viento, Bailar un tango en Madrid y El agua del Rif
Los interesados en las historias de guerra o acontecimientos históricos tienen títulos como Ana Frank, su vida; De Charmartín a Collbató: la Guerra Civil española vivida por un niño (1936-1939), Caballo de guerra, Un reloj con dos iniciales, Bajo el mismo cielo: el Winnipeg rumbo a Chile y Trampa de fuego.
Y cómo no, clásicos que aunque sean antiguos, nunca pasan de moda, como Las aventuras de Tom Sawyer, La vuelta al mundo en 80 días, El Dr. Jekyll y Mr. Hyde, Don Quijote de la Mancha, Drácula, El fantasma de Canterville, La isla del tesoro, Lazarillo de Tormes, Moby Dick y La Odisea.
En la actualidad, la red cuenta con 61.145 personas socias activas y 471.494 fondos documentales, de los que 378.326 (el 80,2%) son libros. A ellos se suman un buen número de materiales son documentos sonoros, audiovisuales, electrónicos u otros.
