Las pruebas periciales también implican a los presuntos atracadores de la Armería Guara

Las huellas y los restos de ADN involucran a los presuntos autores del atraco a la Armería Guara de Huesca, los hermanos Pedro O. P. y Benito O. P., en los lugares de los hechos. Son las conclusiones que se han expuesto en la penúltima jornada del juicio en la Audiencia de la capital oscense antes de que mañana se dicte sentencia.

Huesca.- Las huellas y los restos de ADN involucran a los presuntos autores del atraco a la Armería Guara de Huesca, los hermanos Pedro O. P. y Benito O. P., en los lugares de los hechos. Son las conclusiones que se han expuesto esta mañana en la cuarta y penúltima jornada del juicio en el Palacio de Justicia de la capital oscense. Los peritos de la Policía Nacional y la Guardia Civil encontraron el perfil genético de Benito O. P. en el subfusil con el que presuntamente disparó al dueño del establecimiento, de Pedro O. P. en varios puntos del asiento del copiloto del vehículo de la mujer zaragozana que fue secuestrada y de ambos en enseres personales encontrados en una mochila aparecida en la tienda. Mientras la defensa trata de desligar a sus clientes de toda responsabilidad, la Fiscalía y la acusación no tiene dudas.

La jornada ha contado con los testimonios de científicos y técnicos de los Cuerpos de Seguridad que se han referido, en primer lugar, a la atención psicoterapéutica que requiere la persona raptada en la capital aragonesa. La Policía Científica ha confirmado que la munición empleada durante el asalto, que se corresponde con los casquillos encontrados después en la Avenida Monegros, puede causar la muerte de una persona aunque se dispare a larga distancia.

Los expertos de la Policía Nacional en Barcelona que encontraron el perfil biológico de los encausados en diversos objetos se han reafirmado en su estudio. Así, apareció el perfil genético de Pedro O. P. en un fular, unos auriculares, unas gafas de sol y un cortaúñas encontrados en ely en el tapón del depósito de la gasolina del vehículo sustraído y que fue encontrado al día siguiente de los hechos en la localidad de Candasnos. Se encontró el de ambos en una maquinilla de afeitar, todo ello en la mochila que presuntamente se olvidaron en la armería.

Asimismo, en el pinar donde abandonaron a la mujer atada a un árbol se encontraron restos biológicos en la bolsa y objetos que pertenecían a un hombre sin identificar. Y se halló el perfil biológico de Pedro O. P. en el asiento del copiloto y en una toallita húmeda.

Cuando los dos presuntos autores fueron detenidos en Valencia días después de la fecha de los hechos, ocurridos el 23 de mayo de 2016, se les requisaron un subfusil y una escopeta de cañón recortado que llevaban consigo durante estos sucesos. El subfusil se cataloga como arma de guerra, y está prohibida su tenencia por particulares. Se ha probado asimismo que los disparos se produjeron en ráfaga, con el subfusil en modo automático, y que la persona que disparó sabía que podía escoger entre esta opción o el modo semiautomático. En un cuchillo empleado en el atraco, que presuntamente se empuñó ante el dueño del establecimiento, Rubén Cáncer, no se encontraron huellas.

El juicio, que comenzó el pasado lunes, terminará mañana con la lectura de las conclusiones de las partes. La Fiscalía y las tres acusaciones particulares, que representan a la mujer, a Rubén Cáncer y a la Armería Guara, piden 31 años de cárcel para Benito O. P. y 29 para Pedro O. P. por los delitos de tentativa de asesinato y de robo con violencia en local abierto al público, tenencia ilícita de armas de guerra, detención ilegal y robo con violencia. La diferencia estriba en que Benito O. P. se encontraba entonces huido de la Justicia. Además, se reclaman diez años más de inhabilitación. La defensa, en cambio, solicitará la libre absolución de sus clientes por entender que no estuvieron implicados en los hechos.