Madrid.- Los peritos de la Guardia Civil citados por la Audiencia Nacional han confirmado este martes que el empresario afincado en Zaragoza, Publio Cordón, dejó testimonio de su cautiverio en el zulo que sus secuestradores prepararon en un chalé de Lyon (Francia), en el verano de 1995. Los expertos han corroborado este hecho tras confirmar que la caligrafía de las cartas escritas por Cordón se corresponde con las inscripciones halladas en la jamba del armario en el que le encerraron y con las que seguramente contó los días que pasó dentro.
Ésta ha sido una de las pruebas presentadas en la segunda sesión del juicio contra los grapo José Antonio Ramón Teijelo y María Victoria Gómez, acusados de haber alquilado la casa de Lyon en la que retuvieron a Cordón, haciéndose pasar por un matrimonio de profesores bajo la falsa identidad de “los señores Monforte”.
Los peritos de la Guardia Civil también han constatado que en los sobres que contenían las cartas que Cordón envió a su familia durante el cautiverio –y con las que los secuestradores pretendían promover el pago de un rescate, según la fiscalía- se ha encontrado ADN de María Victoria Gómez, pese a que ella aseguró en la primera sesión del juicio que se enteró del secuestro “por la prensa”.
Durante el juicio se ha leído la declaración de la dueña de la casa que se empleó como zulo en Lyon y que no ha estado presente por su avanzada edad. En ese testimonio, la dueña certifica que no puede identificar a los acusados con el matrimonio que le alquiló la vivienda, si bien recuerda que se marcharon de forma precipitada y dejando algunas de sus pertenencias.
La Fiscalía pide 37 años de cárcel para cada uno
La Fiscalía considera probado que Teijelo y Gómez participaron en el comando de los Grapo encargado de la custodia del empresario. Por ello el Ministerio Público mantiene para cada uno su petición inicial de 37 años y 10 meses de cárcel por los delitos de detención ilegal, homicidio y estafa agravada, ya que la banda terrorista cobró presuntamente un rescate de 400 millones de pesetas (2,4 millones de euros) pese a que Cordón ya había muerto.
El Ministerio Público ha descrito como “imprescindible” la confesión del arrepentido Fernando Silva Sande, que cumple condena por estos hechos y que durante la primera sesión del juicio ha incriminado a Teijelo y a Gómez. Además, la Fiscalía ha destacado que gracias a los datos que Silva Sande fue facilitando se pudo localizar la casa de Lyon.
Silva Sande ha relatado que Cordón intentó escapar por una ventana y que tras caer o saltar al suelo quedó malherido y sin poder moverse, falleciendo “a los 10 minutos”. Tras este suceso, y siempre según su relato, el comando condujo 300 kilómetros hasta el Mont Ventoux, donde enterraron el cuerpo sin vida de Cordón, que pese a los distintos operativos de búsqueda aún no ha sido encontrado.
