Los grapos Teijelo y Gómez niegan su implicación en el secuestro de Cordón y el arrepentido Silva Sande les incrimina

En la primera sesión del juicio en la Audiencia Nacional, José Ramón Teijelo y María Victoria Gómez han negado su participación en el secuestro del empresario en 1995. Su versión difiere de la del ya condenado Fernando Silva Sande, quien ha dicho que Teijelo apuntó "las coordenadas" del lugar donde enterraron el cuerpo en el Mont Ventoux.

Madrid.- La Audiencia Nacional ha celebrado este lunes la primera sesión del juicio contra José Ramón Teijelo y María Victoria Gómez, dos miembros del Grapo que se enfrentan a 37 años y 10 meses de cárcel, cada uno, por su presunta participación en la captura y cautiverio del empresario Publio Cordón, al que la banda terrorista secuestró en Zaragoza el 27 de junio de 1995. Los dos han negado su implicación en los hechos, asegurando en el caso de ella que se enteró del secuestro "por la prensa", y han desmentido con calificativos como "bipolar" y "mentiroso" al arrepentido Fernando Silva Sande, cuya versión les incrimina.

Los dos acusados han negado ser los señores Monforte, el matrimonio que bajo la apariencia de una pareja de profesores alquiló la casa en Lyon donde el empresario fue retenido. De hecho, tanto Teijelo como Gómez han rechazado haber estado en esa localidad francesa. Asimismo, también han negado su presencia en el Mont Ventoux, donde Silva Sande ha asegurado que enterraron el cuerpo de Cordón.

Teijelo ha admitido que en alguna ocasión utilizó la documentación falsa con la que se alquiló el chalé de Lyon, pero ha añadido que esa vez debió de ser empleada por otro miembro de la banda. Un extremo que ha venido a negar Gómez, asegurando que una de las normas de seguridad de los Grapo era evitar que una identidad falsa fuera usada por dos personas diferentes.

Pese a esta discrepancia, ambos han coincidido en negar la versión de su antiguo compañero. Teijelo ha acusado a Silva Sande de tener una "personalidad bipolar", mientras que Gómez, que fue pareja de Silva Sande, ha asegurado tener "poderosas razones para pensar que miente". "Si la organización dice que [Cordón] fue liberado, no tengo por qué dudarlo", ha dicho Gómez, que ha acusado a Silva Sande de haber usado los Grapo "como su cortijo".

Teijelo "se quedó con las coordenadas"

El arrepentido y ya condenado Fernando Silva Sande ha asegurado que Teijelo "se quedó con las coordenadas" del lugar donde enterraron al empresario en el Mont Ventoux. Él también participó en la ocultación del cuerpo y es capaz de identificar "la zona", pero dice no recordar "el punto exacto".

Silva Sande ha detallado los últimos días de vida del empresario en el armario que acondicionaron en el chalé de Lyon a modo de zulo "insonorizado". "Se quejaba del calor", por lo que le dejaron la puerta "un poco abierta" tras asegurarla "con una pequeña cadena". "Pero era muy fácil salir de ahí. Y de hecho salió", ha explicado.

Según su relato, fue la acusada María Victoria Gómez la que oyó que Cordón "se estaba escapando" por "el tejadillo". En ese momento, el empresario "se resbaló o se tiró" y, para cuando bajaron a la calle, "no se podía mover". "Se quejaba de que le dolía la espalda", tras lo cual recurrieron a los medicamentos de los que disponían, como "Nolotil", mientras pensaban "en dejarlo en un hospital". Sin embargo, Cordón murió apenas pasados "10 minutos".

Pese a que Teijelo y Gómez lo niegan, Silva Sande sostiene que para deshacerse del cadáver escogieron el Mont Ventoux, a 300 kilómetros de la casa de Lyon donde tenían su base. "Nos turnábamos para cavar", ha dicho acerca del agujero que hicieron cerca de una zona de senderismo por la que pasaron "una señora y un hombre" a los que saludaron: "Era visible, estábamos cerca".

"Pedí una prueba de vida"

Antes de las dos de la tarde el tribunal ha escuchado a la viuda del empresario, Pilar Muro, quien ha recordado que durante el cautiverio de su marido leyeron "mil veces" las cartas que éste les enviaba, previa censura de sus secuestradores: "Intentamos encontrar alguna pista, pero en aquel momento no vimos nada".

Además de los delitos de detención ilegal y homicidio, la Fiscalía también acusa a Teijelo y Gómez de un delito de estafa agravada, puesto que tras la muerte de Cordón cobraron de la familia un rescate de 400 millones de pesetas (2,4 millones de euros). Muro ha dicho que nunca le dieron la prueba de vida que solicitó con "la excusa de que iba a tardar a lo mejor 15 días más en liberarlo".