José Luis Latorre: "La inteligencia artificial va a cambiar el mundo en los próximos años"

José Luis Latorre es desde hace unas semanas nuevo director general de Inycom, la mayor empresa tecnológica de Aragón. Con más de 700 trabajadores a su cargo, pretende "continuar creciendo sin perder los valores de la organización". Se muestra ilusionado con un futuro que estará marcado por la realidad aumentada e inteligencia artificial.

Zaragoza.- José Luis Latorre tomó el relevo hace unas semanas de Máximo Valenciano como director general de Inycom. Con más de 700 trabajadores a su cargo, se marca el reto de "continuar creciendo sin perder los valores de la organización", una cultura basada en la persona, el cliente y en devolver a la sociedad todo lo que les da.

Como la mayor empresa tecnológica de Aragón, apuesta por la "co-ompetencia" en el tejido tecnológico aragonés para que la Comunidad se adapte al futuro del sector, que, según Latorre, estará dominado por la realidad aumentada y la inteligencia artificial.

Pregunta.- ¿En qué momento le llega este nombramiento?
Respuesta.- Llega en un momento excelente en mi vida, tanto profesional como personal. Después de haber trabajado en puestos intermedios o de dirección en el sector público, que una compañía como Inycom y, sobre todo, Máximo Valenciano, que es mi antecesor, hayan querido contar conmigo para una empresa en la que trabajamos más de 700 personas es un privilegio.

P.- ¿Cuáles son sus retos al frente de Inycom?
R.- Sobre todo, continuar con los pilares y las bases que había trabajado la compañía durante todos estos años. Fundamentalmente, hay tres. En primer lugar, están las personas y, en este sentido, es muy importante que ese buen clima de trabajo que tenemos continúe. Luego están los clientes, que es un pilar muy importante para todas las compañías. El tercero es la sociedad, y es algo que desde la dirección han marcado durante estos años en el sentido de que tenemos que devolverle a la sociedad aquello que nos ha dado; es decir, gracias a que tenemos dos universidades en Aragón y centros de formación profesional, somos capaces de nutrirnos de personas, y tenemos que devolverle eso a la sociedad. Hay muchas maneras, desde vía cátedras hasta participar en todos los eventos para crear vocaciones científico-tecnológicas y que la gente estudie.

P.- Para este año esperaban crecer un 70% con el proyecto de Ecuador, ¿se están cumpliendo estas previsiones?
R.- Desde un punto de vista de negocios, el proyecto de Ecuador ha marcado un antes y un después en la compañía. Nosotros somos una empresa con tres grandes líneas de negocio muy marcadas por las tecnologías de la información, pero también con una parte de laboratorio y diagnostico. El proyecto de Ecuador ha supuesto un gran esfuerzo para muchas de las personas ya que es el inicio de la internacionalización. Abordar un mercado como Ecuador donde desconocíamos todo o mucho de la cultura del país, con un gran proyecto en el que hemos equipado un hospital con más de 14.000 referencias, ha marcado un antes y un después en gestión e implicación de personas. Lo más importante han sido las lecciones aprendidas;  es decir, a partir de ahora, tenemos un conocimiento para abordar proyectos en todo el mundo.

Latorre apuesta por la
Latorre apuesta por la "co-ompetencia" en el tejido tecnológico aragonés

P.- ¿Por dónde pasan las líneas de expansión de Inycom? ¿Van a continuar esta internacionalización?
R.- Ahora tenemos equipos fuera de España en Ecuador y en Arabia Saudí, pero viene por continuar con esa mancha de aceite en América Latina. Empezamos a tener nuestras propuestas en otros mercados y esperamos que fructifique. Además, en la parte de las TIC, estamos empezando a trabajar en otros mercados europeos, que es un área en la que todavía no estamos muy internacionalizados y marcan un antes y un después. Los proyectos difíciles, como salir al exterior, a una persona le dan dos cosas rápidamente: desarrollar nuevas habilidades y aprender muchas cosas nuevas, y dar visibilidad en otros entornos. Entonces, a ver cómo somos capaces de aprovechar ese tirón de Ecuador.

P.- ¿Qué importancia tiene el I+D+i para Inycom?
R.- Es básica. Una de las cosas que tenemos muy claras es que está separada. Por un lado tenemos la I+D y en otra la innovación. Refrescando un poco los conceptos, la I+D consiste en transformar dinero en ciencia; es decir, hay personas investigando que desarrollan ciencia, algoritmos, formulaciones. Mientras, la innovación es cómo transformar la ciencia en dinero, desarrollar productos para que lo compren las personas. Tenemos que el día a día, que son las luces cortas, los proyectos que desarrollamos con los clientes, pero la I+D y la innovación son las luces largas que son tan necesarias para posicionarnos en un horizonte de cinco o diez años.

P.- Actualmente cuentan con unos 700 trabajadores, ¿tienen previsto algún aumento en la plantilla?
R.- Esa es una de las grandes reflexiones del día a día. El año pasado se incorporaron a la compañía cerca de 200 personas. Esperamos continuar con ese crecimiento durante este año. Lo primero es que ese crecimiento no nos haga perder los valores, la cultura de la organización. También queremos continuar con una apuesta a largo plazo por las personas que se incorporan. La compañía tiene una vida de 34 años, y mucha gente me cuenta que lleva 12, 20 y 25 años. El sentimiento de pertenencia de las personas hacia la compañía es espectacular. Queremos continuar creciendo sin perder la parte de cultura y valores de la organización.

P.- Aunque su sede está aquí en Zaragoza, tienen una planta en Barcelona y en Tarragona, ¿cómo les está afectando la situación de Cataluña?
R.- Con mucha preocupación. Es un tema que sale en muchos círculos de debate en nuestro día a día. De momento, lo vamos a afrontar con mucha cautela. Los clientes que tenemos en Cataluña no se están resintiendo, por suerte, hasta la fecha. Vamos a estar expectantes para ver cómo evoluciona.

P.- Hablando un poco de la compañía, Inycom es una de las compañías tecnológicas más grandes de Aragón, ¿cuál es el potencial de este sector en la Comunidad?
R.- El sector goza de una gran salud. Hay un concepto muy claro en el ADN de la Comunidad Autónoma, que es la "co-ompetencia", colaborar con quién, a priori, es un competencia. En Aragón, más del 50% de la tecnología que se desarrolla es para el exterior. Por supuesto que competimos, pero lo más importante es que, por ejemplo, dos hoteles en el Valle de Benasque deben buscar qué pueden hacer juntos para que la gente no vaya a otro destino turístico. Luego pujaremos en si va a tu hotel o al mío, pero se trata de generar demanda entre todos.

 
Latorre quiere
Latorre quiere "continuar creciendo sin perder la parte de cultura y valores de la organización"

En este sentido, hay mucha "co-ompetencia" en el tejido tecnológico aragonés y es algo que tiene que seguir habiéndolo. Además, tenemos que reforzar los vínculos con la Universidad. Es algo que tiene que ir tatuado en nuestras compañías. No solo dentro de su primera función que es formar personas para que vengan a nuestras compañías, sino desde el punto de vista de desarrollar proyectos de investigación con las Universidades y transferir ese conocimiento a las empresas. Es buen momento para que nos demos oportunidades entre empresas y universidades. Va a marcar el ADN del sector tecnológico.

Por último, un actor que genera un papel muy importante es Tecnara, el Clúster Tecnológico de Aragón, donde tenemos un foro para intercambiar experiencias, compartir conocimiento, desarrollar proyectos conjuntos en la línea de la internacionalización.

P.- El sector tecnológico está evolucionando prácticamente a la velocidad de la luz, ¿por dónde pasa el futuro del sector?
R.- Probablemente, en el mundo, mirando una bola de cristal, va a haber unos grandes jugadores como son Amazon, Apple, Google, Facebook y Nvidia, que van a dominar gran parte de este mercado en el que están cambiando las reglas del juego a gran velocidad. Para una empresa de tecnología aragonesa, lo primero va a ser el foco en el cliente y la experiencia, desarrollar tecnología que sea fácil de utilizar.

En esa línea, otro pilar va a ser por qué tecnología vamos a apostar. Hablamos de tecnologías emergentes como la Industria 4.0, la realidad aumentada o la inteligencia artificial, que probablemente vaya a cambiar el mundo en los próximos años. Las máquinas van a tener capacidad de aprender, de aplicarle sentimientos a lo que hacen, y eso va a suponer una gran revolución en el futuro.

Los paradigmas van a cambiar radicalmente. Uno de ellos, de los que se está hablando en el mundo, dentro de diez años, mis hijas dirán que teníamos todo el día un aparato en la mano dándole a un botón. El móvil, tal y como lo conocemos hoy en día, va a desaparecer. Vamos a llevar un dispositivo muy sencillo, que puede ser una lentilla, que nos aportará información aumentada de lo que estamos viendo. Igual estoy en una conversación con unos amigos y, en vez de subir la foto como la subimos a la nube, lo reviviremos. Son paradigmas que rompen nuestros patrones mentales. Una de las claves en la tecnología va a ser la flexibilidad de nuestros patrones mentales. Tenemos que asumir que los paradigmas que se nos presentan van a ser diferentes. Se empieza a hablar que la esperanza de vida dentro de unos años va a ser de 120 años. Eso nos va a cambiar.