Una buena alimentación, la gran aliada contra el cáncer

Una buena alimentación permite disminuir el riesgo de padecer ciertas enfermedades. Una de ellas es el cáncer: los expertos comentan que hasta el 35% de los casos podrían evitarse si se siguiera una dieta más equilibrada. Lo que sí aseguran es que una nutrición adecuada ayuda a soportar el tratamiento y facilita la recuperación.

Zaragoza.- Comer de forma adecuada es básico para llevar una vida saludable. Nadie es indiferente a las recomendaciones de expertos que aseguran que una dieta equilibrada, cuyo modelo más reconocido es la dieta mediterránea, permite que el organismo funcione con normalidad, además de prevenir -o al menos reducir- el riesgo de padecer ciertas alteraciones o enfermedades a corto y largo plazo. Hipertensión, obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares... las llamadas "enfermedades de la civilización" o "del estilo de vida" se relacionan con una alimentación desequilibrada.

Son dolencias con las que, en principio, se puede convivir aunque supongan una merma en la calidad de vida o requieran ciertos cuidados. Pero, ¿qué pasa si se habla de cáncer? Según los últimos datos disponibles de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en España en 2015 se registraron 247.771 nuevos tumores -un 15% más que el año anterior-.

La incidencia del cáncer aumenta año a año y casi un tercio de los casos (un 35%) podría evitarse si se siguiera una alimentación apropiada. "Debemos poner en relieve la importancia de la dieta mediterránea", sentencia Nieves Galán, oncóloga en el Hospital de Alcañiz. La especialista remarca la relevancia de seguir una dieta rica en cereales integrales, frutas y verduras, también aumentar la ingesta de pescados, "si es azul, mucho mejor".

Los expertos insisten en la importancia de una buena nutrición para resistir la agresividad del tratamiento
Los expertos insisten en la importancia de una buena nutrición para resistir la agresividad del tratamiento

Por el contrario, Galán recomienda disminuir la ingesta de carnes rojas, embutidos, salazones, ahumados, grasas saturadas, mantequilla, pastelería y bollería empaquetada. "Obviamente no quiere decir que una comida rica en salazones, por ejemplo, suponga una agresión. Se puede tomar de forma ocasional", asegura.

Begoña Aguirre, por su parte, es paciente y también enfermera. Mediante su experiencia, comenta que "hay que intentar comer de todo, pero teniendo en cuenta que hay comidas que ya no te apetecen o no las puedes tomar porque son muy pesadas". "Hay que apostar por menos cantidades, por comidas menos condimentadas, con menos salsas, sin sabores raros o fuertes porque el gusto también cambia y, si no, no las vas a poder comer", alega.

Importancia de la alimentación durante y después del tratamiento

El especialista en endocrinología y nutrición del Hospital Universitario Miguel Servet, Alejandro Sanz, incide en la importancia de la nutrición en el paciente general, pero aún más en situación oncológica. "Si un paciente no está bien nutrido puede no soportar la agresividad del tratamiento", apunta.

Sanz remarca que, cada vez más, los oncólogos están concienciados de la importancia de la nutrición. "Hay veces que el equipo médico se ha visto obligado a paralizar la quimio hasta que el paciente se ha recuperado, en lo que alimentación se refiere", asegura.

También insiste en la importancia de la alimentación tras el tratamiento. "Hay que favorecer la recuperación. Hay casos en los que se pierde mucho peso y el paciente debe ganarlo de nuevo; o al contrario, perder el peso que se ha ganado", explica.

 
Una vez superada la enfermedad, es importante tratar de recuperar la situación inicial
Una vez superada la enfermedad, es importante tratar de recuperar la situación inicial

Del mismo modo, Galán insiste en que, durante el tratamiento, una buena nutrición también puede influir en la reducción de los efectos secundarios como vómitos o nauseas. "Síntomas como la abstemia, vómitos, diarrea, estreñimiento... son modulables si se siguen unos cambios especiales en la dieta", argumenta.

Una vez superada la enfermedad, la oncóloga del Hospital de Alcañiz expresa la importancia de mantener una buena nutrición. "Evitará otro tipo de enfermedades y permitirá una mejor recuperación", asevera.

Confianza con el equipo médico

¿Qué hacer una vez detectada la enfermedad? Confiar en el equipo médico. La psicóloga de la aecc, Paula Martínez, incide en la relevancia de consultar todas las dudas y no "tomar cosas por cuenta propia". "No se puede hacer caso a lo que se haya leído en una revista o lo que te haya dicho una vecina", remarcaba.

Además, comenta, el apoyo de la familia es imprescindible. "En la mayoría de casos el paciente no es el que se cocina. Hay que encontrar un equilibrio entre lo que el paciente puede comer y lo que el familiar cree que le hará bien", alega. La flexibilidad y la buena comunicación, dice, es clave.