Opinión

Carta abierta al expresidente de la Generalidad de Cataluña

Señor expresidente y exrepresentante de todos los catalanes, creo que no se puede conducir a una sociedad de las más brillantes, pujantes y emprendedoras de Europa a una fractura social sin precedentes como se ha estado haciendo desde las máximas instancias institucionales de Cataluña.

Señor expresidente y exrepresentante de todos los catalanes, creo que no se puede conducir a una sociedad de las más brillantes, pujantes y emprendedoras de Europa a una fractura social sin precedentes como se ha estado haciendo desde las máximas instancias institucionales de Cataluña.

Solo indicaré unas pocas cifras oficiales representativas de la situación catalana desde la perspectiva financiera. Cataluña tiene una deuda de aproximadamente 75.000 millones de euros, de los cuales las dos terceras partes, unos 50.000 millones, los debe a la Administración Central del Estado. Sin la ayuda del Fondo de Liquidez Autonómica, FLA, unos 5.000 millones de euros, la autonomía catalana hubiera entrado en serias dificultades financieras, ayuda que por cierto ha sido la mayor inyección financiera del FLA en todas las comunidades autónomas.

Desde julio de 2017, la deuda de Cataluña ha entrado en algunas agencias de rating en categoría de bono basura y con expectativas negativas, por lo tanto, con riesgo de crédito altísimo. Cataluña podría entrar en recesión y el crecimiento económico español podría reducirse a bastante más de la mitad de lo previsto si sigue la fractura y enconamiento social que se provocado claramente desde las más altas instituciones catalanas así como desde su sistema educativo y medios de comunicación en particular.  Muchísimas empresas se han  ido deslocalizando, social y/o fiscalmente, al ver la miopía financiera, empresarial, jurídica y sociológica que ha conducido a la sociedad y la economía de Cataluña a una especie de callejón sin salida.

Déjese usted por favor ya de tanto protagonismo, porque no representa ni a la mitad de los catalanes. Y recuerde que es humano, que usted pasará, pero las instituciones que deben representar a todos no pasarán, y recuerde sobre todo que hay mayoría de no secesionistas y no rebeldes en Cataluña, y mayoría abrumadora en España que quieren que sigamos juntos, que no se nos puede hurtar a la gran mayoría de españoles algo que también es nuestro.

Y por cierto, hay comportamientos y conductas que posiblemente no están tipificadas en el Código Penal pero, si no lo están, deberían estarlo. Como adoctrinar en el sistema educativo en vez de formar espíritus críticos, libres e independientes; como apoderarse partidistamente de medios de comunicación relevantes que deben representar a todos,  y otros aspectos de sesgo de representación; como tratar de confundir e intoxicar a la opinión pública nacional e  internacional; como indicar que porque has sido elegido democráticamente en elecciones, que es cierto, ya justifica toda clase de tropelías y desmanes contra la legalidad vigente y contra la mayoría de la población.