Zaragoza.- Una buena alimentación es la base de una vida saludable. Además de reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares o diabetes, también podría ser clave para evitar hasta el 35% de los casos de cáncer que se dan en la actualidad. Este es uno de los datos que se han dado a conocer durante la segunda jornada del II Congreso aragonés de personas con cáncer y familiares, que acoge el Palacio de Congresos de Zaragoza.
Nieves Galán, oncóloga del Hospital de Alcañiz, ha sido una de las ponentes de la primera mesa de diálogo de la jornada, que ha llevado por nombre "La alimentación en el paciente oncológico". Galán ha explicado que una dieta mediterránea rica en cereales integrales, fruta, verduras, pescados -azul, si es posible-... podría reducir la incidencia de esta enfermedad. "No obstante, esto no quiere decir que tomar grasas saturadas o una comida rica en salazones sea una agresión. Puede hacerse de forma ocasional", ha añadido.
Begoña Aguirre, paciente y enfermera, ha explicado que este congreso es una oportunidad para compartir experiencias y para que el público se quede con el mensaje. "Igual a todos los pacientes no les ha pasado lo mismo que a mí, pero sí cosas similares. Debemos transmitir que aquello que les ocurre no es algo extraño", ha comentado.
En la mesa redonda también han participado Alejandro Sanz, especialista en endocrinología y nutrición del Hospital Miguel Servet, y Paula Martínez, psicóloga de la aecc. "La idea fundamental es que la nutrición es básica siempre, pero en un paciente con situación oncológica lo es mucho más. Si no está bien nutrido, no puede soportar el tratamiento", ha alegado. Además, ha hecho hincapié en que la alimentación también es importante tras superar la enfermedad y clave para recuperar la situación anterior.
Martínez, por su parte, ha hecho un llamamiento a confiar en el equipo médico. "Hay que consultar y no tomar cosas por tu cuenta, no hacer caso de lo que se haya leído por ahí o lo que te haya recomendado una vecina", ha esgrimido.
Además de la alimentación, esta jornada ha estado protagonizada por diferentes talleres que han supuesto un foro de intercambio de ideas y experiencias para los asistentes. Pacientes, estudiantes, enfermos, especialistas... todos han insistido en la necesidad de estos encuentros para perder el miedo a la enfermedad y conocer los nuevos avances.
