Dicenta, la figura olvidada del siglo XX

El aragonés Joaquín Dicenta fue una importante figura cultural durante el siglo XX, pero también destacó por su papel social. Poeta, dramaturgo, periodista... Dicenta fue empujado por el tiempo y las circunstancias al olvido. Ahora, en el primer centenario de su muerte, una exposición ha conseguido devolverle el lugar que merece. La muestra puede visitarse hasta el 6 de noviembre en la Biblioteca de Aragón.

Zaragoza.- Hablar hoy de Joaquín Dicenta Benedicto (Calatayud, 1862 - Alicante, 1917) es recuperar una figura imprescindible en la cultura del siglo XX. Es hablar de un ídolo de masas, de un poeta, de un dramaturgo y de un periodista. Un plumilla que fue pionero de la crónica y el reportaje, que compartió época con Eusebio Blasco y Mariano de Cavia. Pero también es hablar del olvido, de cómo las circunstancias y el tiempo enterraron una figura que aportó mucho a la cultura de la época y que ahora en el primer centenario de su muerte se quiere volver a reivindicar.

Y el primer paso ha corrido por cuenta de la Biblioteca de Aragón. Esta entidad alberga hasta el próximo 6 de noviembre una muestra -- con material gráfico y bibliográfico del creador para ofrecer un recorrido de la vida y obra del escritor bilbilitano, del que muchos solo recuerdan su legendario Juan José (1895).

Esta obra teatral de denuncia social le convirtió en un hombre afamado, un drama que dio carta de naturaleza al teatro obrero en España. Tal fue la fama de esta función que se convirtió en una de las más representadas sobre las tablas a nivel nacional hasta la Guerra Civil, solo por detrás de Juan Tenorio.

Pero es que Dicenta no solo fue alguien en el mundo de las letras, también tuvo un importante papel social. Javier Barreiro, comisario de la muestra, explica que simbolizó una cierta forma de vivir y pensar que durante la España de entre siglos trataba de salir adelante. "Fue un hombre que defendió las ideas republicanas, las libertad de la mujer, la educación popular. Fue el lema de las aspiraciones obreras del siglo XIX y XX", comenta.

La exposición está abierta hasta este viernes 27
La exposición se clausuró este viernes 27

Olvidado

Barreiro también plantea que Dicenta fue un miembro de la bohemia dorada, muy cercano a los barrios bajos, a las tabernas y con "unos espectros vitales muy distintos".

Tras su muerte en 1917, Dicenta se fue borrando del mapa poco a poco. ¿Por qué? Según Barreiro es díficil encontrar justificaciones. "Tuvo una vida muy intensa, muy disipada... Muchas de las ideas que profesaba iban a tener su curso durante los dos últimos decenios, pero luego llegó el Franquismo. Y esta época no pudo recoger a Dicenta", concreta.

Prueba de su desaparición es que, tal y como se pudo observar en la exposición, solo hay cinco libros publicados sobre su figura. Un hecho que a lo largo de este año va a verse modificado ya que se van a editar tres nuevos tomos.

Se trata de dos antologías y una obra crítica ("Espumas y plomo -Cartas sin sobre- y otras crónicas sociales", con una introducción de José Ramón Trujillo; "Crónicas de viaje", con una introducción de Begoña Saéz; "Obras autobiográficas", edición de Javier Barreiro y Ada del Moral).

Desde el Gobierno de Aragón, el director general de Patrimonio y Cultura, Nacho Escuín, resaltaba la importancia de acciones que, como esta, permiten difundir obras fundamentales para la historia y de autores aragoneses.

Dicenta no solo fue alguien en el mundo de las letras, también tuvo un importante papel social
Dicenta no solo fue alguien en el mundo de las letras, también tuvo un importante papel social

El inicio de una saga

Joaquín Dicenta también fue el primero de una larga saga familiar. Sus dos hijos, Manuel y Joaquín Dicenta, continuaron con el legado cultural. Joaquín se unió a la bohemia de principios de siglo y se alzó como uno de los dramaturgos de la época. Destacan "Leonor de Aquitania", que le valió el Premio Lope de Vega en 1932, y "Son mis amores reales" (1925), premio de la Real Academia Española.

Por su parte, Manuel Dicenta fue un actor español habitual del teatro, el cine y la televisión. Participó en obras como Juan Tenorio o Julio césar, y fue uno de los rostros de Televisión Española.