Zaragoza.- "Canfranc por fin va a ser una realidad". Así de emocionado se ha mostrado el consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, una vez se ha conocido que la UTE Acciona y Avintia será la encargada de llevar a cabo las obras para la recuperación del Canfranc. Los trabajos comenzarán antes del verano de 2018 y, para Soro, significa que "la ciudadanía aragonesa haya recuperado el Canfranc después de décadas de abandono y olvido".
Esta adjudicación garantizará la reapertura de la línea ferroviaria al tráfico internacional, así como a la urbanización de la explanada de la Estación, convertida en una gran plaza y a la rehabilitación del edificio de la Estación Internacional con destino a uso hotelero, comercial y demás usos complementarios autorizados en el Plan Parcial.
Asimismo la citada empresa será la encargada de gestionar la explotación hotelera del edificio de la Estación Internacional durante un plazo de 69 años, tal y como se contempla en los pliegos del contrato. El presupuesto de licitación estaba fijado en 27 millones de euros, aunque todavía se desconoce cuál ha sido el precio final de adjudicación.
De esta forma, tal y como ha afirmado José Luis Soro, "la estación de Canfranc y toda la zona de los arañones va a volver a llenarse de vida, de gente y de futuro". "Canfranc no es solo una estación. Canfranc es parte de la entidad colectiva del pueblo aragonés, un icono que representa a todos, a los anhelos y la lucha de todo un pueblo", ha reiterado el consejero.
Pero la repercusión de esta reforma no estará solo en la Jacetania, sino que "es un proyecto del conjunto de Aragón". "Va suponer muchísimo. Va a suponer un proyecto que va a ser un motor para el conjunto del turismo en toda la Comunidad", ha señalado Soro.
La adjudicación ha sido un proceso bastante complejo. "Hemos licitado todo lo que había que hacer, tanto la obra ferroviaria como la urbanización de la explanada y la rehabilitación del edificio, además de la explotación en régimen de alquiler de la estación para uso hotelero. Implicaba que las empresas tenían que tener la clasificaicon no solo de obra general, sino ferroviaria y de restauración de bienes e inmuebles del patrimonio histórico-artístico, así como acreditar experiencia hotelera", ha explicado el consejero.
