Nace un Grupo Cooperativo para fomentar el consumo de la patata aragonesa

Almacenes Bonel y Patatas Gómez, así como otras empresas, se han unido en un Grupo Cooperativo que busca fomentar el consumo de la patata aragonesa. Realizarán una inversión de 122.000 euros en tres años, el 80% subvencionado por la UE y el Departamento de Sostenibilidad. Aragón cuenta con unas 600 hectáreas para su producción.

Zaragoza.- Fomentar la producción, consumo y almacenamiento de patata en Aragón. Este es el objetivo con el que Almacenes Bonel y Patatas Gómez se han unido en un Grupo Cooperativo junto a otros pequeños minoristas y productores. Una unión que, tal y como ha contado el miembro del Centro de Transformación Agroalimentaria, Pablo Bruna, "surge de la necesidad y la inquietud del sector de venta directa en el que se solicitan más productos de proximidad".

Forma parte de un plan anual del Departamento de Sostenibilidad del Gobierno de Aragón para explotar el sector agroalimentario de la Comunidad y avanzar hacia una cadena más competitiva y eficiente, respetuosa con el medio ambiente y cercana al consumidor. Así, las dos empresas invertirán 122.700 euros, subvencionado al 80% por la Unión Europea y la DGA.

Se unen dos de las principales empresas del sector de la patata en Aragón. En concreto, Patatas Gómez tiene una cuota de mercado de entre el 50 y el 60%, mientras que Almacenes Bonel se lanzó a la producción hace cinco años, logrando una importante diferenciación en sus productos. De esta forma, el director comercial de Patatas Gómez, Eduardo Ramos, ha garantizado al agricultor "que los costes de producción sean rentables durante cinco años". "Hay toda la fuerza de la marca, todo el marketing que vamos a lanzar y hay un estudio, a ver si el consumidor está dispuesto a pagar un sobreprecio por tener producto local y tener un precio justo para que el agricultor tenga esa rentabilidad", ha expuesto.

Y es que el sector de la patata en Aragón no pasa por su mejor momento. En el año 2000, el campo aragonés contaba con unas 5.000 hectáreas dedicadas a este tubérculo, mientras que en la actualidad apenas se usan unas 600 hectáreas, el 95% de ellas para la industria. Uno de sus principales problemas se encuentra en el aspecto visual. "En el mercado, hoy, se exige lavabilidad. No es solo quitar la tierra a las patatas, sino que es cumplir unos parámetros de piel que el consumidor percibe que, cuanto más blanca es, mejor es para comer. Esto es un error, porque al final la piel de la patata es lo que tiramos a la basura", ha señalado Ramos, quien mantiene que "no seremos de las mejores patatas visualmente, pero sí culinariamente".

En este Grupo Cooperativo destacará la variedad agria. "Siempre habrá alternativa, pero apostamos al 100% por agria porque nos da una fritura muy buena en frito doméstico e industrial y el sabor durante todo el año se mantiene estable. El consumidor, cuando pruebe una patata, va a tener las mismas propiedades que durante todo el almacenamiento", ha explicado el director comercial de Almacenes Bonel, Ángel Bonel.