REAL ZARAGOZA

Delmás y Borja rescatan un punto (2-2)

No pudo traerse el Real Zaragoza los tres puntos de su visita al filial del Sevilla. Los de Natxo González fueron víctimas de sus graves errores defensivos, que supusieron una enorme losa durante el partido. Delmás y Borja fabricaron los dos goles para sumar ya siete partidos consecutivos sin perder.

Zaragoza.- No tuvo su día el Zaragoza en Sevilla. Los graves y continuos errores defensivos fueron una enorme losa a superar por los de Natxo González, que, no obstante, suman ya siete partidos sin conocer la derrota. Delmás y Borja firmaron una conexión de oro para traerse un punto del Viejo Nervión.

Natxo González apostaba por el 11 de gala, por el 11 base que muchos zaragocistas tienen ya en la cabeza. Ángel Martínez regresaba al lateral zurdo y Gaizka Toquero volvía al ataque, una vez superados sus problemas estomacales. El Zaragoza esperaba paciente su momento, consciente de que iba a ser un partido que había que amasar. La primera internada era de los locales. Olavide ponía un centro que atrapaba fácil Cristian Álvarez. Respondieron los aragoneses, hoy con la tomate, con un pase al hueco de Zapater al que no llegó Borja por milímetros y con un centro de Ángel que no remató Toquero. Le faltó un número del pie al vasco.

De tanto poner paciencia, el Real Zaragoza entró en modo "torrija" y no tardó en recibir su castigo. Un centro de Curro, aparentemente sin peligro, no es despejado por Ángel, Verdasca no ve el balón y Cristian no puede atrapar el cuero. El resultado, Carlos Fernández pone el tacón para que el balón entre manso en la portería maña. Y pudo ser mucho peor. Primero falló el portero argentino, que regaló el esférico al delantero sevillista en área pequeña, y tuvo que sacar una milagrosa mano para evitar el segundo. En el córner siguiente, Ángel vuelve a fallar en el despeje y el balón se pasea por el área. Para completar el despropósito, Mikel González volvió a regalar el cuero en la salida de balón y el remate de Carlos se marcha alto.

Pero cuando el equipo ya prácticamente buscaba el túnel de vestuarios para despertar y reorganizar la defensa, Delmás pone un centro perfecto al pie de Borja Iglesias para que el gallego ponga el empate en el marcador. Y muy cerca estuvo de adelantarse con un pase al hueco hacia el "9" cuyo disparo se marcha por encima del larguero.

Segunda parte

Pero ese buen sabor de boca de los últimos cinco minutos de la primera mitad se diluyó en apenas tres del segundo tiempo. El equipo salió sin intensidad y, de nuevo, dormidos. Y eso el Zaragoza no se lo puede permitir. Dentro del área tras un lanzamiento de falta a la barrera, Curro se deshace sin problemas de Eguaras, centra sin oposición y Carlos Fernández se tira en plancha para adelantar al filial hispalense. 

Natxo González buscaba despertar a sus jugadores con la entrada de Vinícius por un Oliver Buff que apenas tuvo participación ni regularidad en el juego zaragocista. Pero aun así no consiguió devolverle el alma a sus centrales, que continuaron con pérdidas absurdas de balón. Visto que no terminó de funcionar, apenas tenía el Zaragoza movimiento de balón en el centro del campo, el técnico agotó cambios con Papu y Alain. 

Precisamente, Papu tuvo el empate al rematar un centro en área pequeña que la defensa logró taponar. En el rechace, Alain puso un buen balón, que obligó a Juan Soriano a despejar de puños. La más clara hasta ahora llegó en una jugada personal "made in Borja Iglesias" tras marcharse con el cuerpo de tres defensas, pero el balón golpeó en el palo. Pero el killer no volvería a perdonar. Julián Delmás volvió a servir en bandeja el tanto con un centro, rasito al primer palo, que Borja envió a la red tras pelearla con el defensa. 

Papu y Alain revolucionaron y dieron velocidad por fuera al Zaragoza. El georgiano rozó la remontada con un disparo desde la frontal que obligó a lucirse a Juan Soriano. Cerca estuvo también Vinícius, pero se adelantó la defensa cuando se iba a quedar solo ante el portero. Pero los sustos no cesaron. Primero Marc Gual no acertó un mal control de Verdasca y luego un balón que Mikel dejó muerto en el área. 

El Zaragoza buscó con más corazón que cabeza el gol durante el descanso, pero no hubo premio a la oleada final. Los fallos defensivos durante todo el partido supusieron una tremenda losa a superar para traerse los tres puntos. En el lado positivo, ya son siete partidos consecutivos sin perder, que sirven para continuar con el crecimiento del equipo.